Y cuando LeBron James entró en la cancha del Quicken Loans Arena aquel 2 de diciembre de 2010 junto con sus compañeros del Heat de Miami, los fanáticos de Cleveland descargaron su furia contra el otrora hijo predilecto de la cercana Akron, quien quedó impactado por las muestras de rechazo.
Lo abuchearon, lo insultaron, se burlaron de él. Había odio genuino. Era una afrenta personal.
Años después, el mismo público lo hizo sentir amado.
James vuelve a Cleveland este miércoles por la noche, por primera vez desde que se marchó de nuevo, como agente libre en el receso entre temporadas, para firmar con los Lakers de Los Ángeles. En vísperas del Día de Acción de Gracias, el astro visitará una ciudad que sigue lamentando el haberlo perdido otra vez y que se pregunta si la presente campaña sería mejor en caso de que el mejor jugador del mundo se hubiera quedado.
Pero a sus 33 años, James espera ahora que el público le reconozca la contribución que hizo a los Cavs durante 11 años.
Fue él quien revivió a la franquicia, alentó a una región entera y allanó el camino hacia un campeonato.
“Será divertido”, dijo Kyle Korver, alero de Cleveland, quien jugó dos temporadas al lado de James. “LeBron tuvo un paso increíble por Cleveland. Conmovió a toda la ciudad y a Akron. Nosotros, como individuos, tuvimos la fortuna de pasar un tiempo con él. Ojalá que él sienta eso. Pienso que será positivo en general, debe serlo”.
En los albores del encuentro, los Cavs mostrarán un video de homenaje al jugador que lidera prácticamente todas las estadísticas de la franquicia.
Las imágenes mostrarán sus momentos más destacados en Cleveland: Los tiros justo antes de que se agotara el tiempo, el bloqueo clave sobre Andre Iguodala de Golden State en el séptimo juego de la final de la NBA en 2016, sus lágrimas cuando conquistó el cetro de la NBA y el desfile para celebrar el primer título de la ciudad en cualquier deporte en 52 años.
James tratará de que la emotividad no lo desconcentre.
“No trato de darle demasiada importancia a esto”, comentó el domingo por la noche en Miami, luego de anotar 51 puntos en un triunfo sobre el Heat. “Veré algunos rostros conocidos. Pensaré en algunas cosas buenas y malas. Pensaré en algunos de los momentos grandiosos que tuve con la franquicia, desde luego. Pero una vez que el balón se ponga en movimiento, será la hora de trabajar”. (AP)