El base-escolta Markelle Fultz se presenta como el jugador que los Sixers de Filadelfia tienen previsto seleccionar con el número uno en el Draft 2017 de la NBA, al que los seguidores de talento consideran es uno de los mejores en los últimos 14 años.
El consenso general parece ser que este será el evento con más talento desde el 2003, cuando se presentaron el alero LeBron James, elegido con el número uno por los Cavaliers. Mientras que Carmelo Anthony tercero, Chris Bosh cuarto, Dwyane Wade quinto, David West decimoctavo, y Kyle Korver en el puesto 51 también estuvieron presentes en el sorteo.
Todos ellos, con la excepción de Bosh por problemas de salud, siguen vigentes 15 años después, y tanto LeBron como Carmelo, Wade y Bosh irán al Salón de la Fama.
Fultz, formado con la Universidad de Washington, es toda una incógnita para el mundo del propio baloncesto universitario fuera de su Confederación del Pacífico, donde logró promedios de 23,2 puntos por partido lo colocaron como el sexto máximo anotador del país, el más prominente de las cinco conferencias "grandes".
A pesar que sólo estuvo un año con el equipo universitario, Fultz es capaz de ser un base anotador y le quitará responsabilidad ofensiva al pívot camerunés Joel Embiid y al ala-pívot australiano Ben Simmons para formar un trío potencialmente letal si los tres se mantienen saludables.
Junto a Fultz, otro base, el publicitado Lonzo Ball, de UCLA, se ha encargado de acaparar toda la atención, al margen de sus cualidades de buen encestador y pasador, debido a todo el comportamiento excéntrico de su padre LaVar Ball, que se ha encargado de formarlo y dirigirlo.
(EFE)