Se sabe que un jugador quiere a su equipo si lo deja todo en la cancha, y esto incluye dejar de lado el dolor por la camiseta. Esto es lo que pasó en un partido de la NBA, cuando un jugador decidió volver a la cancha a pesar de haber sufrido una terrible lesión en el ojo.
El hecho ocurrió en el partido entre Los Angeles Clippers y Portland Trail Blazers por la clasificación a la final de la NBA. Austin Rivers recibió un codazo por parte de Al Farouq Aminu, que le causó una profunda herida. Este tuvo que ser retirado de la cancha y recibió once suturas.
Así fue el terrible accidente:
Los médicos aseguraron que podía jugar, pero le recomendaron tomar reposo. Rivers tomó la decisión más arriesgada: volvió a la cancha. Su equipo se jugaba la vida para clasificar a las finales de la NBA y no iba a esperar en la banca a que logren voltear el marcador.
A pesar de tener el ojo izquierdo hinchado, este volvió a la cancha y anotó 21 puntos más. A pesar de su determinación, su equipo perdió por 106-103 y fue eliminado. Sin duda, un hecho admirable.
Al final del partido, Aminu le pidió disculpas a Rivers:
Mira el resumen del partido:
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