Perú va a jugar un partido muy importante, pero Argentina también. Perú puede hacer historia, y Argentina también, si queda fuera del Mundial de Rusia. El fútbol, sobre todo en este partido, no se va a limitar a 22 jugadores sobre el terreno de juego. El cotejo ya empezó, y hasta ahora nadie va ganando.
"Prensa sensacionalista. No aprenden del 98", leo en muchos comentarios. La verdad es que si se aprendió y mucho; sin embargo este es un contexto nuevo. Aunque suene confiado, el miedo con Argentina no está en su equipo, ni en Sampaoli, perdonen, pero no. No me han mostrado nada que marque un factor diferencial. El terror está en la previa, en el cambio de estadio, en sus juegos mentales, en las entradas, en la prensa y en los líderes de opinión en materia futbolística.
Ahora entramos en una nebulosa en la que no sabemos qué responder. Argentina no va a ser Chile del 97, será peor. Sin querer ser polémico, el país albiceleste es más fino. No necesita pifiar un himno para amedrentar a los jugadores rivales. Lo hace poco a poco desde ahora, y no está mal.
Perú está a la defensiva. A cada acción de Argentina le encontramos un ataque, y es que lo más probable es que sea así. Sin embargo, debemos tener en cuenta que el partido no lo podemos perder antes de jugar. La pelota está en nuestra cancha. Después de muchísimo tiempo, tenemos las de ganar. Es simple. Estamos cuartos y ellos quintos en unas Eliminatorias donde la lógica ha quedado de lado.
El 5 de octubre no solo jugaremos contra los once que mande Sampaoli al campo de juego, sino también con sus mamás, sus papás, las abuelitas y exnovias. Sin embargo, estos partidos de Gareca me han mostrado algo que en mi pocos años de vida jamás había sentido: Perú tiene capacidad para ganarlo. La fortaleza mental que han mostrado los jugadores es esperanzadora, y es tangible.