Los minutos finales del primer tiempo entre Barcelona y Dortmund, por la fecha 5 de la Champions League, tuvo que ser detenido debido al duro pelotazo que Luis Suárez, sin intención, le propinó al árbitro del encuentro Clément Turpin.
Cuando corrían los 43 minutos del partido y el Barcelona ganaba 2-0 con goles de Suárez y Messi, el delantero uruguayo, en su afán de hacer una jugada rápida, terminó estrellando la pelota en la cara del árbitro, que debido al impacto terminó en el suelo.
Afortunadamente, Turpin no tardó demasiado en reponerse, mandó a detener el partido, pero se dejó ver un poco mareado. Griezmann se acercó al juez del partido para preguntarlo cuántos dedos veía. La reanudación de las acciones llegó rápido.
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Fue un primer tiempo igualado hasta que el conjunto local puso una marcha más en la presión. En el minuto 29, Luis Suárez, aprovechándose de una asistencia de Messi, abrió el marcador. Cuatro minutos después (min.33), tras una recuperación de balón de De Jong, el astro argentino anotó el segundo.
La única nota negativa para los azulgrana fue la lesión del francés Ousmane Dembélé que, aquejado de unas molestias, fue sustituido en el minuto 26 por Antoine Griezmann.
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