Después de firmar el pase para los cuartos de final de la Champions League ante Arsenal (3-1), el entrenador del Barcelona, Luis Enrique, eludió hablar de sus preferencias con vistas a la próxima eliminatoria.
"El único que no quiere que me toque es Barcelona y ese no me va a tocar", afirmó Luis Enrique tras el partido de vuelta de los octavos de final de la Champions League disputado esta tarde en Camp Nou.
Luis Enrique reconoció que a Barcelona le costó controlar el encuentro, especialmente, en algunos episodios del primer tiempo. "Ha sucedido más claramente en la primera parte. A pesar de que buscábamos un juego distinto, no lo conseguimos. Nos interesa otro perfil de partido, a pesar de que también nos sentimos fuertes en esta situación", añadió.
Asimismo, Luis Enrique también elogió el planteamiento de Arsene Wenger. "Salían con nada que perder, todo por ganar", analizó y felicitó a la afición azulgrana por el apoyo "a pesar de las condiciones meteorológicas".
Con esta victoria, Barcelona encadena su novena presencia consecutiva a los cuartos de final de la Champions League. "Son unas estadísticas únicas. Significa lo bien que está haciendo las cosas este club. Hace sentirnos a todos los culés orgullosos", explicó.
También destacó el partido de Javier Mascherano, "uno de nuestros líderes dentro y fuera del campo" que, en su opinión, es capaz de adaptarse a cualquier posición". "Es uno de los jugadores que más peso tienen y que más aportan en aspectos no sólo futbolísticos", añadió el técnico de Barcelona.
Por último, Luis Enrique se alegró por la clasificación del Bayern de Múnich, que entrena su amigo Pep Guardiola, que logró remontar en la prórroga (4-2) un partido que hasta bien entrado el segundo tiempo perdía por 0-2 ante el Juventus.
"Estoy muy contento por Pep, se lo merece. Creo que sus equipos nunca se dan por vencidos y ha solventado con rotundidad al final a Juventus", zanjó el estratega de Barcelona.
FUENTE (EFE)
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