Al grito de "Cardiff, Cardiff". Así celebraron los futbolistas del Real Madrid en el vestuario del Vicente Calderón, luego de clasificar a la final de la Champions League, pese a caer 2-1 ante el Atlético de Madrid, pero imponerse 4-2 en el marcador global.
Jugadores y cuerpo técnico se felicitaban unos a otros, conforme ingresaban al camerino, confundiéndose entre abrazos, besos y gritos de alegría.
Sergio Ramos fue uno de los últimos en sumarse a los festejos y lo hizo de forma muy peculiar: corriendo a toda velocidad por el túnel desde el campo y gritando: "Madrid, Madrid".
El equipo de Zidane logró clasificarse por segundo año consecutivo a la final de la Champions League y ahora enfrentará a la Juventus en Cardiff, el próximo 3 de junio.