La clave del triunfo del Real Madrid sobre la Juventus en la final de la Champions League estuvo en el vestuario, en la charla que dio Zinedine Zidane en el entretiempo, para ser exactos, y que le cambió la actitud a los blancos, quienes ofrecieron una gran exhibición de fútbol en la segunda parte.
Si un equipo había hecho mejor las cosas en el primer tiempo, ese había sido la Juventus, sin dudas. No solo en el plano futbolístico, también en actitud, y por momentos, el 1 a 1 parecía mucho premio para los del Madrid.
Pero, ¿qué pudo decirles Zidane a sus dirigidos para que estos muestren su mejor performance?, los propios jugadores lo revelaron.
"El míster nos dijo que estábamos bien, pero que podíamos mejorar mucho, ser más agresivos, presionar más arriba, no dejar a la Juve jugar fácil como en el primer tiempo y estar más fuerte en los duelos individuales. Hemos salido enchufados", contó Modric al final del partido.
Asensio, uno de los 'descubrimientos' de Zidane, dijo sobre su técnico: "Sabe cómo tratarnos, sabe lo que tiene que decir. En el descanso nos habló de corregir un poco los errores y mejorar algunas cosas, en cómo mover el balón de lado a lado".
Mientras que Isco, a quien más les sirvió la charla, pues fue otro en la segunda mitad, añadió: "Cuando más difícil se pone la cosa mejor responde este grupo. La verdad es que hemos disfrutado todos del fútbol en la segunda parte".
Además de algunos apuntes tácticos de rigor, Zidane hizo hincapié en un aspecto que maneja mejor que muchos, el emocional. El francés pidió a sus pupilos disfrutar del partido. Así lo reveló Álvaro Morata, quien también tuvo algunos minutos.
"El míster nos ha dicho que lo más importante era llegar hasta aquí y que ahora a disfrutar, que teníamos que ganar el partido porque éramos mejores. Es muy fácil decir que la Juve ha estado mal, pero es que en el segundo tiempo nosotros hemos estado increíbles", contó el delantero.
Y las palabras se trasladaron y quedaron plasmadas en el Millennium Stadium, donde el Real Madrid ofreció un verdadero recital de buen fútbol, traducido, además, en el marcador: 4-1 y bienvenida la 'Duodécima'.