Gerard Piqué demostró que es uno de los líderes del Barcelona no solo motivándolos con palabras, sino también influyendo en el marcador, sobre todo cuando este es adverso. El catalán apareció de cabeza para anotar el descuento culé.
El zaguero aprovechó un magnífico centro de Andrés Iniesta para ganarle al portero y, con un testaso, encaminar las esperanzas azulgranas a buen puerto. Su celebración fue emotiva.
Pero no solo fue el zaguero. Ante la ausencia de Lionel Messi, Neymar tiene la responsabilidad de tomar más protagonismo en el Barcelona. Y así fue.
El juez del partido cobró un penal a favor del Barcelona luego que André Gomes fuera derribado en el área del Celta de Vigo. El brasileño colocó el balón a la derecha del portero y puso el 3-2.
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