El tanto que hizo delirar a todo Mestalla y la alegría de todos los hinchas tras el gol de Rodrigo, contagió incluso al propio juez del Barcelona - Valencia, Iglesias Villanueva, que ya tenía la tarjeta amarilla lista en la mano, pero le perdonó la vida, pues solo minutos después sí lo amonestó, lo que hubiese significado la expulsión del delantero.
A los 60 minutos, Rodrigo abrió la cuenta y ya tenía preparada la celebración con una peluca roja, en homenaje al expresidente fallecido Jaume Ortí, pero que no está permitido por el reglamento que prohíbe cubrirse la cabeza. De hecho, el juez así lo creyó y mientras el jugador y sus compañeros festejaban el tanto, se acercó con la amarilla en la mano, lista para mostrársela, pero se arrepintió.
Y minutos después, a los 74', Iglesias Villanueva lo amonestó, lo que habría sido la segunda amarilla y la consiguiente expulsión del delantero valencianista.
Finalmente, un genial pase de Lionel Messi que logró convertir en gol Jordi Alba, significó el tanto del empate del Barcelona, que mantiene su invicto y la cima de la Liga Santander, ahora con 35 puntos.