Un postrero gol del francés  aplacó el nuevo sonrojo que estaba sufriendo el , que rozó un nuevo tropiezo en el Santiago Bernabéu, esta vez ante un colista como el Huesca al que se le escapó la gloria entre los dedos y acabó por sucumbir por 3-2.

El atacante galo resolvió con un buen disparo con rosca un partido que se le escapaba al equipo de Zinedine Zidane. El once alternativo que planteó, ante menos de 50.000 espectadores, fue una prueba del estado de un equipo que, tras perder cualquier opción al título, trata de no empeorar la imagen de una mala temporada pero que no encuentra las buenas sensaciones.

En este sentido, 'Zizou' se animó a hablar sobre su compatriota Benzema, autor del gol de la victoria en el 89, con el que, en principio, cuenta para la próxima temporada: "Es un jugador que lleva aquí desde hace diez años y siempre lo ha hecho bien; este quizá es su mejor año. Yo voy a contar con él'', explicó.

''Quedan nueve partidos y eso es lo más importante, luego veremos lo que pasa pero Karim es un jugador de este club y no creo que vaya a cambiar", aseguró Zidane, tras ser cuestionado por sobre la continuidad del ariete francés en medio de los rumores de una eventual limpia en el equipo para el próximo curso.

Fue así que el Real Madrid volvió a las andadas que le costaron el puesto a Julen Lopetegui y a Santiago Solari. Sin rumbo, con desorden, rozó el sonrojo. Pareció revertir la situación en cuanto al resultado con los tantos de Isco Alarcón y Dani Ceballos, pero necesitó un acelerón final y la inspiración de Benzema.

La victoria, sufrida y gris, al menos permite al conjunto de Zidane no dimitir también, al menos de momento, al segundo puesto. Tiene al Atlético de Madrid a dos puntos. De paso, consolida su puesto para la Champions League, cuestión que no es menor.




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