De aquí a un tiempo, el FC Barcelona se ha convertido en uno de los mejores compradores en la historia del fútbol. Primero fichó a Dembélé por 105 millones de euros y el último sábado anunció a Coutinho como su contratación estrella para lo que resta de la temporada por 160 'kilos'.
Solamente el fichaje de estos dos jugadores le representó al Barcelona un gasto de 265 millones, con lo que la palabra austeridad será lo que único que oirá en las oficinas del Camp Nou por buen tiempo. De esta forma, la llegada del francés Antoine Griezmann ha quedado en el aire.
Tal como han confirmado desde el propio FC Barcelona, hubo acercamientos con el crack del Atlético de Madrid para ficharlo a mitad de año. Sin embargo, volver a pagar 100 millones de euros por un delantero es un lujo que en estos momentos los 'Culés' ya no se pueden dar.
Y según apunta el portal español 'Don Balón', el ataque es una zona del campo que Valverde preferiría ya no reforzar. Con Messi, Suárez, Dembélé y ahora Coutinho, otros sectores son los que necesitan de fichajes, aunque ya no para este mercado de invierno, cuyo último movimiento será el del colombiano Yerry Mina.
De esta forma, Antoine Griezmann podría cambiar sus intereses y quizá oír ofertas de otros gigantes de Europa que también quieren contar con sus servicios. PSG y Manchester United sí tienen el dinero suficiente para pagar la cláusula del delantero nacido en Mâcon.