Fue una derrota que caló hondo en el Real Madrid. No se trata del hecho de caer frente a un recién ascendido como el Girona, sino que el tropezón en Cataluña significa alejarse más del Barcelona en La Liga Santander, así como un parón que no correspondía al inicio de temporada de los madridistas. Del funcionamiento táctico en los triunfos sobre el Manchester United y Barcelona en la Supercopa de Europa como de España no queda nada, y Florentino Pérez no se encuentra conforme con la entrega de los jugadores sobre el campo de juego.
El pasado domingo, acostumbrado a hacerlo en los últimos duelos, el presidente del Real Madrid bajó hasta los camerinos para hacerles sentir su incomodidad a los jugadores. La reacción de Florentino no cayó entre los jugadores, quien hicieron prefirieron callar ante las declaraciones del presidente, pero sí no sentirse del todo de acuerdo con él.
Del mismo modo, tal como indica el diario ‘Marca’, los informes de los últimos días no son críticos hacia Zidane, puesto que saben que el francés podría resurgir el nivel de la plantilla. “La confianza es total y absoluta, pero todos son conscientes del delicado momento que se atraviesa cuando el equipo blanco está a 8 puntos del Barcelona”, indicó el medio al respecto a la situación del Real Madrid a estas alturas de la temporada.
Desde el pasado mes de agosto, desde el club manejan el asunto del halago y los premios que están recibiendo jugadores y técnico con cautela, ante la máxima de que 'el halago debilita'. Y el tiempo parece haber dado la razón a los que piensan así.
El mal momento de juego del equipo no tapa otros puntos que están siendo objeto de estudio como son las lesiones y el asunto de los arbitrajes. La semana pasada Florentino Pérez se lo volvió a recordar a Juan Luis Larrea y le hizo ver la escasa transparencia en la que vive sumido el organismo arbitral.
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