El nuevo entrenador del Real Madrid, el francés Zinedine Zidane, dirigió este martes su primer entrenamiento al frente del conjunto blanco, que estuvo marcado por el abundante público, la mayoría infantil, que pobló las gradas del estadio Alfredo Di Stefano de Valdebebas, casi lleno.
La llegada de Zinedine Zidane al banquillo del Real Madrid, en sustitución del destituido Rafa Benítez, parece que ha ilusionado a la afición, que este martes acudió en masa a Valdebebas para presenciar el primer entrenamiento del francés al frente del primer equipo.
Media hora antes del inicio, el aparcamiento del estadio Alfredo Di Stefano ya estaba lleno y, ante la masiva llegada de coches que seguían entrando en las instalaciones, la seguridad del club comenzó a dirigir a los aficionados a otro párking que también se llenó.
Con cinco minutos de retraso sobre la hora prevista, a las 11:05, los jugadores del Real Madrid, todos con sudadera amarilla, fueron saltando al césped ante los aplausos de la afición. La mayor ovación fue para el propio Zidane, que salió el último del túnel.
Zinedine Zidane, muy activo durante toda la sesión, no paró de hablar con sus jugadores, entre ellos el portugués Cristiano Ronaldo, al que se le vio muy sonriente al desatar el delirio a mitad del entrenamiento cuando saludó a la afición y levantó el pulgar de la mano izquierda hacía la grada.
Durante la sesión, Zidane estuvo escoltado en todo momento por su segundo, David Bettoni, a quién conoció con diecinueve años en el Cannes y con el que ha compartido la mayor parte de su trayectoria profesional desde entonces, incluida su etapa como técnico del Castilla.
A las doce y diez, Zidane dio por concluido el entrenamiento y todos los jugadores acudieron a ambas tribunas del estadio para regalar balones y desatar por completo la locura entre los aficionados más pequeños.
FUENTE: EFE
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(RC)