El Covid-19 está parando el mundo por completo y la industria del fútbol empieza a movilizarse para evitar que explote la burbuja financiera donde está inmersa. A pesar de no saber cómo va a evolucionar la pandemia, la UEFA -el máximo organismo del fútbol europeo- se reunió telemáticamente con las 55 federaciones europeas para abordar el tema más espinoso en el que se ha enfrentado el fútbol en las últimas décadas: como terminar una temporada que está a medias.
La recomendación que se da desde las altas esferas del fútbol europeo es intentar acabar las competiciones como sea. La idea sería jugar los partidos de liga que quedan a partir de junio y sin espectadores. Las cinco principales ligas europeas (española, inglesa, alemana, italiana y francesa) apoyan esta opción porque saben que su viabilidad y la de sus clubs dependen mayoritariamente de los ingresos que generan por tener el balón rodando por el verde, pero ya hay quién ha hecho caso omiso a estas pautas y ha decidido dar por acabada su liga. Un ejemplo es Bélgica, aunque el formato de competición es un poco distinto al resto de ligas, con playoff final después de la liga regular. En Italia, el primer y mayor foco de infección de Covid-19 en Europa, algunos equipos como el Atalanta ya han alzado la voz contra estas pretensiones, y en Holanda también empiezan a cuestionar las posibilidades que hay de terminar los campeonatos.
Y es que ante todas las incógnitas que hay que resolver, hay dos problemas principales. El primero, las fechas, aunque todo el mundo da por hecho que se va a invadir el calendario de la temporada 20/21. Una muestra de ello es que la Eurocopa se ha movido un año, entre otras cosas, para dar cabida si es necesario al reinicio de las competiciones que están a medias. Pero eso no solucionaría el problema, solo sería un parche para aplazarlo unos meses. Y el segundo, los contratos, porque los futbolistas que terminan su vínculo con sus clubs este año lo hacen el 30 de junio, cosa que abre un mar de dudas sobre qué pasaría si la competición se alarga a julio y este jugador quiere fichar por otro equipo. ¿Tendría la obligación de jugar con un equipo con el que se le ha acabado el contrato? ¿Podría irse a otro club? Lo más práctico sería pactar que todos los contratos terminen cuando acabe la temporada, sea cuando sea, pero cualquier acuerdo no va a ser fácil, porque hay muchos intereses y muy pocas certezas.
ADRIÀ COROMINAS
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