En medio de la audiencia que se lleva a cabo en España y que investiga el supuesto fraudulento fichaje de Neymar por el FC Barcelona, este miércoles se ha podido conocer que en la última ventana de pases, el delantero pudo haber finalizado su vínculo con el París Saint Germain, para continuar su carrera en el competitivo fútbol inglés; sin embargo, nunca las dirigencias nunca llegaron a buen puerto en las negociaciones.
El diario El País señala que tanto el Newcastle como el Chelsea consultaron la ficha de ‘Ney’. En el caso de las ‘Urracas’, es conocida la inyección económica que ingresó recientemente por sus nuevos dueños, el Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudita, mientras que el club londinense pretendía hacer un esfuerzo máximo para adquirirlo con el fin de volver a ser protagonista en el ‘Viejo Continente’.
En la directiva del PSG también existía cierto interés de vender al brasileño, pero había un par problemas. El primero es que ‘Ney’, a sus 30 años, percibe un salario de 35 millones de euros anuales, un monto difícil de aceptar para cualquier equipo europeo, teniendo en cuenta su edad. Por otro lado, se sabe que el equipo francés invirtió por Neymar unos 222 millones de euros cuando lo compró al Barcelona, cifras que no habría recuperado de ningún modo.
Vale recordar que un factor relevante que la entidad parisina tenga pensada la salida de Neymar fue la renovación de Kylian Mbappé. Y es que según han señalado diversos medios, el galo habría pedido su marcha para ser el único líder de la plantilla.
Por lo pronto, el París Saint Germain mantiene su tridente (Neymar, Mbappé y Lionel Messi) en ataque en búsqueda de prolongar su buen momento en el fútbol francés, además de conseguir su tan ansiada primera Champions League.
Era el año 2013 cuando el Barcelona llegó a un acuerdo con el Santos para adelantar la incorporación del brasileño a su plantilla, motivo por el que la cláusula aumentó a la estratosférica suma de 100 millones de euros. Gran parte de ese dinero habría sido repartido entre el club paulista, por concepto de traspaso, el jugador y una empresa familiar que tenía como presidente al padre de Neymar.
DIS, un grupo inversor que había adquirido los derechos de Neymar en el 2009 en un 40% solo recibió 68 millones de euros, cantidad que ellos consideran insuficiente y por la que han llevado el caso a los tribunales. La firma de origen brasileño asegura no haber recibido una cifra acorde a lo que merecían tanto por el fichaje como por el contrato de exclusividad que firmó ‘Ney’ con el Barcelona, motivo por el que pide 35 millones de euros como compensación.
Así las cosas, la fiscalía ha solicitado ante los jueces cinco años de cárcel tanto para el jugador como para Sandro Rossel, además de multas de 10 millones de euros para cada uno.
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