En el verano de 2022, el mundo del fútbol vivió uno de los giros más inesperados con la renovación de Kylian Mbappé por el Paris Saint-Germain. Tras meses de especulación y la inminente posibilidad de que el astro francés fichara por el Real Madrid, ´Kiki’ decidió permanecer en París, firmando un contrato por dos temporadas con opción a una tercera. Sin embargo, detrás de ese acto de lealtad hacia el PSG se escondía una historia de promesas incumplidas y un deseo firme de marcharse. Solo dos meses después de sellar su compromiso con el club galo, el delantero francés pidió su traspaso y, según revela L’Équipe, estuvo a un paso de fichar por el Liverpool. Decepcionado por las promesas no cumplidas, llegó a un acuerdo con los ‘Reds’ hace dos años.
Mbappé, que había renovado en mayo de 2022 con la promesa de construir un equipo competitivo a su alrededor, se sintió traicionado por la dirección del PSG. El club le había asegurado fichajes de peso, como Robert Lewandowski y Bernardo Silva, para reforzar la plantilla y aspirar a ganar la Champions League, pero ninguna de esas llegadas se concretó.
Ante esta situación, el delantero expresó su malestar y llegó al punto de amenazar con no volver a vestir la camiseta del PSG. Su descontento fue tal que pidió salir ese mismo verano, poniendo en marcha conversaciones con el Liverpool, un equipo que siempre ha mostrado interés en el jugador y con el que Mbappé alcanzó un acuerdo preliminar.
El plan de Kylian Mbappé era claro: firmar con el Liverpool por un contrato de corta duración, para luego dar el salto definitivo al Real Madrid, su destino soñado. Sin embargo, a pesar del acuerdo entre el jugador y el club inglés, las negociaciones no llegaron a buen puerto debido a las elevadas pretensiones del PSG.
Se fijó un precio de salida exorbitante: nada menos que 400 millones de euros. El Liverpool, confiado en poder hacerse con sus servicios, presentó una oferta de 200 millones, pero fue rechazada de inmediato. Esta diferencia abismal en las cifras imposibilitó el traspaso y dejó a ‘Kiki’ atrapado en un equipo del que ya no quería formar parte.
Este episodio dejó huella en la relación entre Mbappé y el PSG. La prueba más evidente de su descontento se dio al inicio de la temporada 2022/2023, cuando el delantero se negó a participar en el primer partido del curso. Oficialmente, el club informó que Mbappé no había sido convocado por “molestias musculares”, pero en realidad, el jugador había decidido no jugar debido a su frustración con las promesas incumplidas del PSG.
A lo largo de los meses, Mbappé mantuvo su postura crítica hacia la gestión del club. Aunque volvió a jugar, su relación con la directiva del PSG nunca volvió a ser la misma. El clímax de esta tensión llegó en 2023, cuando el delantero envió una carta formal a la sede del Paris Saint-Germain notificando que no tenía intención de activar la opción de renovación hasta 2025,
Siempre según la citada fuente, lo más sorprendente es que esa carta había sido redactada en agosto de 2022, solo unos meses después de firmar su renovación inicial. Este documento dejó claro que Mbappé nunca tuvo la intención de cumplir todo el contrato y que su deseo de marcharse estaba presente desde el principio.
Ante esta situación, el PSG reaccionó con rapidez. Al sentirse traicionado, el club puso a Mbappé en el mercado, descartándolo de los planes para la temporada siguiente. Sin embargo, tras semanas de rumores, las dos partes llegaron a un acuerdo verbal que permitió la reintegración del jugador al equipo. Parte de ese acuerdo incluía la renuncia de Mbappé a cobrar una prima de 55 millones de euros.
Actualmente, los abogados de Mbappé están reclamando esa cantidad, alegando que no hay pruebas concluyentes de que el jugador haya renunciado a dicho pago, lo que ha generado un nuevo conflicto legal entre ambas partes y que el día de hoy, en que Kylian ya juega en el Real Madrid, está lejos de terminar.
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