Hace una semana, el fútbol de la Serie A vivió un momento tenso que, por fortuna, no terminó en una tragedia. En el partido entre Fiorentina e Inter de Milán, Edoardo Bove cayó al suelo y sufrió un paro cardíaco. Rápidamente, las autoridades ingresaron al estadio para brindarle la atención necesaria y luego fue trasladado a un centro médico. Se vivieron horas de incertidumbre hasta que, desde Italia, se informó que el futbolista se encontraba estable y había despertado en la unidad de cuidados intensivos. Con una sonrisa, envió un mensaje tranquilizador a su familia: “Estoy bien”. Posteriormente, según la prensa italiana, se decidió la colocación de un desfibrilador subcutáneo, aunque esta acción está prohibida por el reglamento del fútbol italiano. ¿Esto significa que ya no podrá jugar fútbol?
Si Bove debe usar un desfibrilador subcutáneo, su carrera en la Serie A podría haber llegado a su fin. La normativa médica-deportiva italiana prohíbe que los futbolistas con este tipo de dispositivo jueguen en la liga. Aunque la Fiorentina no actualizó oficialmente el estado de salud del jugador desde el lunes, el diario La Repubblica informó que el futbolista ya habría dado su consentimiento para el implante, lo que significa que no podría continuar con el fútbol.
Es más, el medio indicó que la operación para implantar el desfibrilador subcutáneo podría realizarse este viernes 6 de diciembre, ya que el ritmo cardíaco de Bove ya está controlado y solo requiere seguimiento en ese aspecto. Es importante destacar que la ‘Fiore’ mostró su apoyo al jugador al dedicarle una pancarta en el partido del miércoles ante el Empoli, en el derbi toscano de octavos de final de la Copa Italia, que el equipo ‘viola’ perdió en la tanda de penaltis.
Lo sucedido con Bove no es un caso único ni reciente en el fútbol. Un precedente similar ocurrió hace tres años, cuando el danés Christian Eriksen sufrió un episodio cardíaco en la Eurocopa 2020, que lo dejó tendido en el suelo. Como consecuencia, le fue implantado un desfibrilador subcutáneo, un dispositivo que corrige arritmias mediante pequeñas descargas eléctricas.
Sin embargo, la normativa que aplica el fútbol italiano no es compartida por otras competiciones. A diferencia de Eriksen, que no pudo continuar con el Inter de Milán debido a esta condición, estuvo un tiempo sin equipo hasta que llegó al Brentford de la Premier League, donde se le permitió jugar con el desfibrilador subcutáneo. Esto le permitió recuperar su nivel futbolístico y llegar al Manchester United, donde actualmente se desempeña.
¿Cómo fue el paro cardiaco de Edoardo Bove?
En el partido entre la Fiorentina y el Inter de Milán. En un giro inesperado, el jugador Edoardo Bove de conjunto ‘Viola’ se desplomó repentinamente sobre el campo, lo que generó una alarma inmediata entre jugadores, árbitros y el público. La gravedad de la situación se hizo patente al instante, y todos se movilizaron rápidamente para intentar ayudar al futbolista.
Bove quedó tendido en el césped, inmóvil y aparentemente inconsciente, lo que provocó que los jugadores y el árbitro se acercaran rápidamente a su lado. Simone Inzaghi, el entrenador del Inter, fue uno de los primeros en llegar, visiblemente preocupado por la gravedad de la situación. La situación se tornó aún más angustiante cuando el jugador no mostró signos de reaccionar, lo que hizo que los jugadores de ambos equipos se unieran en un esfuerzo colectivo para brindar asistencia.
Los servicios médicos ingresaron al terreno de juego de inmediato, mientras los jugadores de la Fiorentina formaban un círculo alrededor de Bove para proteger su privacidad y evitar que la angustia fuera visible para el público. Las imágenes que se emitieron reflejaban la gravedad del momento, con varios jugadores visiblemente conmocionados y algunos incluso llorando por la desesperación de no saber el estado de su compañero.
El ambiente en el estadio se volvió tenso y silencioso, con los aficionados incrédulos en sus asientos, esperando noticias esperanzadoras sobre el futbolista. A medida que pasaban los minutos, la ansiedad crecía, ya que Bove permanecía tendido sin mostrar signos de mejoría. La situación se volvió aún más angustiante cuando se confirmó que su estado era grave. Fue entonces cuando lo trasladaron a un centro médico cercano, donde el equipo médico se enfocó en estabilizarlo para garantizar su bienestar.
A los pocos minutos, el árbitro tomó la decisión de suspender el partido, que hasta ese momento se encontraba empatado sin goles en el minuto 16. Los jugadores fueron enviados a los vestuarios mientras se realizaban los esfuerzos necesarios para trasladar a Bove al hospital. El impacto de la situación hizo que el ambiente se viera marcado por la incertidumbre y el dolor de los presentes.
La Serie A emitió un comunicado para informar sobre la suspensión del partido: “Partido suspendido por emergencia médica”, indicaron. Además, la liga italiana confirmó que el juego no se reanudaría y que se pospondría para una fecha posterior. La gravedad de la situación de Bove quedó clara, y se mencionó que se estaban esperando más noticias sobre su estado de salud. A pesar de la angustia, todos esperaban que el jugador recibiera la atención adecuada y se recuperara pronto.
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