¡Volvería a los 34 años! Paul Pogba, quien fue suspendido por un caso de dopaje en una prueba realizada a finales de agosto, se enfrenta a una sanción que podría poner en riesgo su carrera deportiva. El futbolista francés, de 30 años, conocerá la pena que se le impondrá en diez días. La sentencia final no será dictada en Lausana, ya que serán los órganos de justicia deportiva italianos los encargados de tomar la decisión. Aunque existe la posibilidad de que el jugador de la Juventus admita su culpabilidad como una opción para reducir su sanción, los expertos en la materia no ofrecen garantías en este sentido.
Aproximadamente ocho semanas después de los análisis iniciales, que tuvieron lugar el 11 de septiembre, y casi un mes después del proceso de contraanálisis, que se llevó a cabo el 6 de octubre, el futbolista francés de la Juventus sigue bajo suspensión de manera preventiva. Ahora se encuentra inmerso en un procedimiento legal-deportivo en el que buscará evitar una sanción que podría llegar a los cuatro años de descalificación.
Como se recuerda, Paul Pogba fue uno de los jugadores escogidos al azar para someterse a una prueba antidopaje, una práctica común después de cada partido. Las autoridades identificaron niveles elevados de testosterona en la muestra tomada tras el partido contra el Udinese en la primera semana de la Serie A italiana. Se alega que el futbolista francés consumió una sustancia prohibida que se encontraba en un suplemento adquirido en Estados Unidos, siguiendo el consejo de un médico externo al equipo de la Juventus.
La segunda muestra de Pogba también dio un resultado positivo. Tras la verificación de estos descubrimientos, el futbolista francés fue objeto de una suspensión temporal en su carrera futbolística. Cabe destacar que Pogba fue suplente en ese partido, y posteriormente, tuvo la oportunidad de jugar en enfrentamientos contra Bologna y Empoli. Sin embargo, en septiembre, su carrera experimentó un abrupto freno... y no volvería a jugar hasta en 4 años.
El código antidopaje permite una sanción menos severa si el acusado reconoce su responsabilidad, lo que podría resultar en una suspensión de dos años. Sin embargo, el código no hace referencia a un “acuerdo de culpabilidad”, sino a un “acuerdo entre las partes”. Esto no garantiza necesariamente que el jugador de 30 años reciba una sanción de dos años, como es común, sino que podría enfrentar una suspensión de al menos cuatro años.
En medio de este proceso, Pogba ha experimentado su primera derrota. El futbolista francés había solicitado una “audiencia única” en el Tribunal de Arbitraje Deportivo de Lausana, pero su solicitud fue rechazada después de que la Agencia Mundial Antidopaje no la aprobara. Por lo tanto, el centrocampista de la Juventus se encamina hacia un juicio.
Pogba tiene, por lo tanto, dos alternativas: primero, llegar a un acuerdo con la fiscalía antidopaje (aunque, incluso en este escenario, se requeriría la aprobación de la WADA), lo que podría resultar en una reducción a la mitad de la sanción inicialmente solicitada por la fiscalía. Es decir, la sanción de cuatros años, que todos consideran que sea el resultado final, pase a ser a dos años.
Mientras que la segunda, que es un poco más tediosa pero el boleto de sus salvación, sería tomar la decisión de arriesgarse en un juicio deportivo ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS). En el primer caso, un acuerdo eliminaría cualquier posibilidad de apelación, mientras que en el segundo caso, la decisión del TAS sería apelable.
Si Pogba no logra convencer al fiscal antidopaje, se avanzaría con la remisión del caso, y esta situación podría materializarse en un lapso de diez días. A partir de ese momento, el futbolista francés tendría un período de 20 días para tomar una decisión entre llegar a un acuerdo o someterse al juicio deportivo. En caso de optar por la segunda alternativa, la audiencia se programaría en un plazo de 40 días.
El club italiano, por su parte, mantiene su creencia en la inocencia del jugador galo y, hasta el momento, lo mantendrá en su plantilla. Sin embargo, se abre la posibilidad de rescindir su contrato, el cual vence en 2026 y conlleva un sustancial salario de ocho millones de euros por temporada.
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