La vida es una azar y el momento que vive Sandro Tonali, de tan solo 23 años, es uno de los momentos más difíciles de su carrera, tras estar involucrado en juegos de apuestas ilegales en Italia. El jugador del Newcastle, tras haber sido acusado por la Fiscalía, admitió su involucramiento y haber participado en apuestas en partidos de fútbol, incluyendo encuentros del Milan y del Brescia, equipos en los que jugó el centrocampista italiano. Las autoridades ya le han comunicado que estará inactivo durante diez meses y además tendrá que pagar una importante multa. Su último partido será contra el Borussia Dortmund en la Liga de Campeones, programado para el miércoles 25 de octubre.
Tonali solo espera que se oficialice esta resolución que lo alejará temporalmente de las canchas de fútbol. Además, la multa será superior a los 12,500 euros acordados entre la fiscalía y Nicolò Fagioli (7 meses suspendido), otro jugador que también participó en las apuestas ilegales relacionadas con el fútbol. Pero eso no es todo; el deportista tendrá que asistir a terapia durante seis meses y participar en al menos 10 reuniones públicas sobre los efectos negativos de las apuestas.
Como se recuerda, Sandro Tonali y Nicolò Zaniolo fueron excluidos de la concentración de la selección italiana, debido a una investigación relacionada con apuestas ilegales. La Fiscalía de Turín estuvo recopilando información sobre actividades de apuestas en el contexto del fútbol, y ambos futbolistas fueron interrogados por la policía mientras se encontraban en el hotel de concentración de la selección italiana en Coverciano.
Posteriormente, Tonali admitió su participación en apuestas relacionadas con el fútbol. Si no hubiera declarado su culpabilidad y colaborado con la fiscalía, las sanciones contra Tonali podrían haber sido mucho más severas. Algunos expertos en leyes deportivas consideraban que los involucrados podrían haber recibido una sanción de entre dos a cuatro años, pero su disposición para colaborar y el hecho de que no haya incitado a otros jugadores a apostar fueron factores determinantes para reducir su pena.
Cuando esta resolución se confirme, la temporada de Sandro Tonali llegará a su fin, y de esa manera, el enfrentamiento correspondiente a la fecha 3 de la Champions League entre el Newcastle y el Borussia Dortmund podría marcar el último partido de la temporada para el centrocampista italiano, quien tiene contrato con el Newcastle hasta 2028. Sin embargo, después de su involucramiento en el caso de las apuestas, la carrera del mediocampista se ha vuelto incierta, y su permanencia en el equipo no está garantizada.
Además, perderá la oportunidad de representar a Italia en la próxima Eurocopa programada para 2024 en Alemania. Es importante señalar que su compañero, Nicolò Zaniolo, aún está a la espera de que se resuelva su situación, ya que el centrocampista del Aston Villa aún no ha emitido una declaración al respecto. Zaniolo también fue excluido de la concentración italiana a principios de octubre.
¿Por qué los jugadores de fútbol no pueden apostar?
Realizar apuestas en plataformas legales no constituye una infracción en sí misma, pero un deportista, sin importar su posición, se encuentra impedido de apostar en su propia área deportiva. Este impedimento se encuentra establecido en el artículo 24 del Código de Justicia Deportiva italiano. “a los sujetos de derecho federal, directivos, socios y miembros de empresas pertenecientes al sector profesional de realizar o aceptar apuestas, directa o indirectamente, incluso de sujetos autorizados para recibirlas, que se refieran a resultados relativas a partidos oficiales organizados en el seno de la FIGC, la FIFA y la UEFA”.
Además, según lo establecido en el artículo 26 del Código de Ética de la FIFA, un jugador de fútbol solo está prohibido de realizar apuestas si el partido en cuestión forma parte de una competición en la que su equipo está participando. “Las personas sujetas a este código tienen prohibido participar, directa o indirectamente, en apuestas, juegos de azar, loterías y actividades o negocios similares relacionados con partidos o competiciones de fútbol y/o otras actividades relacionadas con el fútbol”, se lee en la resolución.
La prohibición no solo abarca la acción de apostar, sino también a estar relacionado en cualquier tipo de negocios de dicha índole. La razón detrás de esto radica en que las apuestas realizadas por los propios deportistas pueden poner en riesgo la integridad y el desenlace de los eventos deportivos, lo que abre la puerta a la posibilidad de manipular partidos o incluso amañar juegos.
En los peores casos, las penalizaciones pueden alcanzar un período de suspensión de hasta tres años para la participación en el fútbol profesional, junto con una multa de 100,000 francos suizos. A esta sanción se suman los beneficios económicos que el jugador haya obtenido mediante este tipo de actividades.
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