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Los sueños se cumplen si uno tiene la suficiente confianza en poder hacerlo. Así fue como Boca Juniors, en aquel entonces dirigido por Carlos Bianchi, viajó a Japón para vencer al Real Madrid de los galácticos y convertirse en campeón del mundo.
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Un 28 de noviembre del año 2000, los 'xeneizes' salían al campo del Estadio Nacional de Tokio para enfrentar a un equipo donde jugaban Iker Casillas, Luis Figo, Roberto Carlos o Raúl González. La victoria parecía imposible, excepto que tengas entre los tuyos a un tal Martín Palermo.
Y es que el '9', ídolo de Boca, fue uno de los grandes responsables del triunfo argentino. Un doblete, en los primeros 10 minutos de partido, puso en ventaja a su equipo, que tuvo que sufrir luego del descuento de Roberto Carlos, pero, finalmente, gritó campeón.
Han pasado 16 años desde aquel entonces, tiempo que le ha permitido a Boca volver a ganar un título intercontinental – en el 2003, ante el AC Milán – y otras tres Copas Libertadores (2001, 2003 y 2007). Por algo sus colores están teñidos de azul y oro.
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Y es que el '9', ídolo de Boca, fue uno de los grandes responsables del triunfo argentino. Un doblete, en los primeros 10 minutos de partido, puso en ventaja a su equipo, que tuvo que sufrir luego del descuento de Roberto Carlos, pero, finalmente, gritó campeón.
Han pasado 16 años desde aquel entonces, tiempo que le ha permitido a Boca volver a ganar un título intercontinental – en el 2003, ante el AC Milán – y otras tres Copas Libertadores (2001, 2003 y 2007). Por algo sus colores están teñidos de azul y oro.
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