Ángel Cappa es uno de los pocos románticos que quedan en el fútbol mundial. Ningún hincha de la 'U' puede olvidarlo tras el título merengue en el Apertura del 2002. En Argentina, le pasa lo mismo tras su paso por Huracán. Algunos especialistas como aficionados del 'Globo' resaltan que ese fue uno de los últimos equipos que tuvo un gran fútbol en el balompié Albiceleste. Hoy, Cappa disfruta de La Liga en España, lucha ante todo aquel que prioriza el resultado por encima de un estilo de juego y "contra todos" los que ven a este deporte como un negocio.
Depor entrevistó al ex técnico de la 'U' para charlar sobre el partido de Perú ante Argentina. Un pretexto para aprender más sobre fútbol y conversar también sobre todos aquellos factores que, de alguna u otra manera, vienen perjudicando al deporte más hermoso del mundo. La urgencia por ganar y el exacerbado consumismo que poco a poco viene apoderándose del deporte Rey.
P: En comparación con Eliminatorias anteriores, ¿cómo cree que ha evolucionado la selección peruana desde que la dirige Ricardo Gareca?
R: Gareca hizo un aporte importante a la Selección, pues viene rescatando la identidad que tiene el fútbol peruano. Y a eso hay que darle tiempo. No se puede pedir inmediatez, aunque sé que el fútbol se rige desde hace mucho tiempo, precisamente por las urgencias. Y al fútbol peruano lo han castigado las urgencias desde hace mucho. Creo que sería prudente dejarlo, darle un contrato, darle un tiempo de cuatro o cinco años para que se rescate la identidad del fútbol peruano. Pero bueno, la cosa lleva tiempo, pues el fútbol peruano está castigado hace mucho.
P: ¿Por qué cree que, ya durante varias Eliminatorias, no hayamos podido clasificar y ni siquiera pelear en las últimas fechas ese quinto lugar?
R: Porque se necesita un plan de trabajo, un proyecto y una continuidad, algo que no ha tenido Perú. Siempre ha estado trabajando con la inmediatez, con la urgencia de que hay que ganar mañana, de que hay que clasificar. Y si pierde cuatro o cinco partidos echan y cambian al entrenador. Yo creo que es esa falta de continuidad, esa falta de apostar a la identidad de su fútbol.
P: ¿Qué tanto pierde Argentina con la ausencia de Messi?
R: Messi, desde mi punto de vista, es el mejor jugador del mundo. Entonces, la ausencia del mejor jugador del mundo siempre le resta un potencial importante a cualquier equipo y también a la selección Argentina.
P: Tienen al mejor jugador del mundo; sin embargo, siempre aparecen críticos de Messi que no están conformes con su rendimiento, a pesar de que muchas veces ha salvado a Argentina…
R: Es una parte del periodismo. Cuando uno analiza las cosas a través de los resultados, comete el error de no ver lo que verdaderamente ocurre. Efectivamente, Messi ha salvado a Argentina infinidad de veces y, en todo caso, si el mejor jugador del mundo no rinde lo que tiene que rendir, entonces hay que buscar las causas en el equipo y no en él. Hay periodistas que también, buscando el escándalo, siempre atacan al más fuerte, atacan a Messi, al mejor de todos.
P: ¿Usted cree que, en estos momentos, lo que rodea al fútbol está tomando más importancia que el fútbol mismo?
R: Sí, efectivamente. El juego ha dejado de ser el centro de las opiniones. El periodismo hace mucho tiempo se convirtió en un fabricante de consumidores y, por lo tanto, el juego no interesa para esos consumidores. Se fabrican ídolos, se fabrican éxitos, se acentúan los fracasos, todo con el objetivo de vender. Y el juego es algo que necesita prudencia, calma, conocimientos, sensibilidad, eso es algo que no sirve para vender. Por ello, eso cada vez se tiene menos en cuenta y, en consecuencia, la gente cada vez opina menos de fútbol.
P: Como si el capitalismo hubiera consumido prácticamente al fútbol, o quizás ya lo consumió completamente. ¿Cuál sería el futuro si continuamos por ese camino?
R: El capitalismo lo que le transmitió al fútbol fueron sus valores. ¿Cuál es el principal valor del capitalismo? Pues acumular beneficios, a costa de lo que fuere. A costa del planeta, a costa de la mayoría de la gente, eso es lo principal. Vender, comprar y vender. El capitalismo todo lo convierte en un objeto de consumo: los sentimientos, el arte y también el juego. Ahora se dice que hay que ganar como sea y por qué razón, porque el que vende es el que gana. Es cierto, el capitalismo ha convertido al fútbol en un objeto de consumo más.
P: ¿El hincha ha dejado de admirar ese arte en el fútbol?
R: Sí, es cierto, pero hasta que aparece alguien, algún jugador o algún equipo que le mueva los sentimientos y el gusto por lo que está viendo. Ocurrió con el Barcelona, ocurre con el Manchester City, con el Bayern Munich, con el Arsenal, con los equipos que juegan bien. Entonces la gente se adhiere inmediatamente a esos jugadores y a esa forma de jugar. Pero son excepciones. Se elogia al que gana, el que gana siempre tiene razón. El que gana de cualquier manera, da igual. Cosa que antes no ocurría. Tanto en Perú, como en Argentina y en otros países, había que ganar pero mereciéndolo. Ahora es lo de menos eso.
P: Para usted, ¿cuál sería la solución para dejar de pensar en el resultado y comenzar a mirar y analizar más la idea de juego?
R: Es muy difícil. En una sociedad capitalista, no podemos pretender un fútbol socialista, un fútbol que no tenga los valores del capitalismo. Podemos intentarlo tratando de jugar bien, tratando de que los equipos jueguen lo mejor posible y que jueguen con espíritu amateur. Que no sean los profesionales que solo responden al sueldo que le pagan, sino a la vocación que tienen. Que no busquen el éxito, sino que busquen satisfacer la vocación que tienen. Eso es muy difícil.
P: Usted en una entrevista menciona que en la pobreza, una de las formas de acercarse al arte es a través del fútbol.
R: El fútbol es un modo de expresión y de comunicación para la clase obrera, porque de ahí sale la mayor cantidad de jugadores, de los hogares humildes. Ese es el modo de expresarse. Tiene un significado mucho más profundo y mucho más amplio que el resultado, aunque el resultado es lo primero que uno tiene que conseguir, porque naturalmente estamos en una competencia. Sin embargo, el juego nos animaba a la belleza, nos animaba al arte, nos permitía expresarnos y comunicarnos. Ahora hay que ganar porque eso nomás sirve.
P: Se rescata entonces a técnicos como Guardiola o Marcelo Bielsa, que defienden el estilo de juego por encima del resultado.
R: Naturalmente. Hay una frase maravillosa, que no me canso de repetirla, de Xavi Hernández, cuando se retiró del Barcelona. Él decía que le dolía más errar un pase que fallar un gol. Es decir, que le daba tanta o más importancia al juego que al resultado. Eso es una maravilla, que lo diga él.
P: Recuerdo un artículo suyo de hace muchos años, donde usted rescataba a Iniesta, cuando recién aparecía en un Barcelona que todavía no lo ganaba todo.
R: Es increíble lo que le costó a un genio como Iniesta poder imponerse, parecía mentira. Pero, finalmente, la calidad de Iniesta se impuso. Él también es uno de los jugadores que dijo que a él le enseñaron a ganar, pero no de cualquier manera. Eso contradice a todos los patrones actuales del fútbol.
P: ¿Usted cree que la Champions League está opacando a la Copa Libertadores?
R: Sí. Y es que a los jugadores nuestros se los llevan inmediatamente. No tenemos tiempo ni de disfrutarlos. Y la mayoría de los mejores jugadores nuestros están en equipos que juegan la Champions. Entonces, si nos despojan de los mejores, tenemos que mirar hacia el otro lado. Los jugadores más importantes están en equipos europeos.
P: ¿El hecho de que jugadores talentosos se vayan inmediatamente a Europa, hace que el hincha se quede huérfano de ídolos, al menos aquí en Sudamérica?
R: Claro. Cada vez se van más jóvenes. El hincha ya no tiene tiempo ni de disfrutarlo un año. Pastore, por ejemplo, en Argentina jugó aproximadamente 20 partidos en Primera División y se fue. Es una sangría escandalosa. Se van hacia los centros de poder económico futbolísticos.
P: ¿Cuál considera usted la mejor selección del planeta?
R: Me sigue gustando Alemania. España está en un momento de transición. Después de una época gloriosa, siente que el tiempo pasa también para los grandes jugadores, así que está tratando de renovarse. Y en Sudamérica, Chile es el que mejor juega.
P: ¿Para usted es el mejor Chile de la historia?
R: Sí. De lo que yo vi, es el mejor equipo. No solo por el juego, sino también por la personalidad.
P: En cuanto a equipos, ¿cuál es el que le parece el mejor actualmente?
R: El Bayern Munich continúa con la inercia de lo que dejó Guardiola, así que juegan bien. El Borussia Dortmund, el Manchester City, Arsenal. Barcelona, de vez en cuando, también juega bien.
P: De lo que usted ha visto, ¿cuál es el jugador que más le ha llenado?
R: Una vez le hicieron esa pregunta también a Di Stefano y dijo: "si me permitís que nombre 50, te los puedo decir". Es un juego, uno solo no alcanza. Hay muchísimos jugadores: Pelé, Garrincha, Houseman, Maradona, Messi, Cruyff, Romario, Zico, Cubillas, Redondo, Latorre, Riquelme, Pastore. Hay tantísimos jugadores, no se puede nombrar solo a uno.
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— Diario Depor (@deporpe) 3 de octubre de 2016