Cuando la pandemia del coronavirus no había estallado, los planes de los clubes de fútbol estaban intactos. El Wuhan Zall había salido de su ciudad -Wuhan- con el objetivo de realizar su pretemporada con miras a la Superliga china, pero el temido COVID-19 se propagó y cambió todo.
Poco más de tres meses después fuera de la ciudad donde se originó el coronavirus, la plantilla del Wuhan Zall regresó a casa, después del exilio por la pandemia, con escala de varias semanas en España y algunas en otras localidades de territorio chino.
El cuadro de la Superliga China, que dirige el español José Rodríguez y que tiene al brasileño Leo Baptistao como una de sus figuras, fue recibido por un nutrido grupo de seguidores que sostenían pancartas de ánimo y apoyo y que no pararon de cantar, en la estación de la ciudad.
“Después de más de tres meses de deambular, los miembros del equipo de Wuhan Zall finalmente pusieron un pie en su ciudad natal”, dijo el equipo en la red social Weibo, cuyos jugadores aparecieron en la estación de la ciudad con mascarillas y ramos de flores que les habían sido entregados.
El conjunto chino, tras su estancia en España llevaba en Shenzhen desde el pasado 16 de marzo a la espera de que la situación de la pandemia en Wuhan mejorase y las autoridades permitieran su regreso.
Los jugadores locales del Wuhan Zall tendrán la oportunidad de pasar unos días con sus familias antes de retornar a los entrenamientos el próximo miércoles.
Con información de EFE
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