El último miércoles, Paraguay logró revertir lo que parecía ser una noche negra en Asunción. Contra Venezuela, los Albirrojos rápidamente sufrieron el 1-0 en contra, un resultado que los alejaba de la zona de clasificación para las Eliminatorias 2026. Esta idea tomó aún más fuerza para los guaraníes tras el penal fallado de Julio Enciso. Sin embargo, en la segunda mitad, el equipo entró con otro chip y, gracias a Antonio Sanabria (doblete), logró una remontada fiel a su estilo: a la paraguaya. Tras finalizar el duelo, Gustavo Alfaro comentó sobre el partido, pero también hizo un anuncio inesperado y lamentable para los seguidores de su trabajo.
Es la segunda fecha doble donde los guaraníes logran sumar puntos importantes -por ejemplo en la fecha 8 ganaron 1-0 a Brasil- que los impulsan en su objetivo: clasificar a un Mundial luego de 14 años. El entrenador argentino, previo a los dos duelos de octubre, indicó que una de sus primeras tareas era “llegar con vida a diciembre”, propuesta que cada vez toma más fuerza, pues tienen 13 unidades en el sexto lugar y están a tres puntos del cuarto.
Tras sacar un punto en Quito y sumar de tres en casa, la prensa paraguaya le consultó sobre el presente de su equipo. Alfaro sorprendió a los periodistas de ese país con una revelación que anticipa un adiós. “Me agarra en un momento muy lindo de mi vida personal y maduro en mi vida profesional; hace 32 años que trabajo y es mi tercera experiencia en Selecciones. Antes me volvía loco: querés entrenar y no tenés tiempo, pero después te acostumbrás a manejarlo, te das cuenta de que es mucho más importante gestionar que trabajar, encolumnar un grupo detrás del objetivo, administrar la diversidad con un país detrás”, señaló al respecto.
Si bien es cierto que, por ahora, no será el fin de su carrera como entrenador, su última labor relacionada con este cargo será lograr que Paraguay acceda al próximo Mundial, acción que le garantizaría sentirse pleno y que sería el punto final que le gustaría alcanzar. “Es un tiempo en el que estoy cerrando mi carrera, poniéndole un punto final, y ojalá termine con Paraguay en la Copa del Mundo. Las cosas que quería del fútbol ya las tuve todas”, precisó el DT.
Por otro lado, el estratega también comentó sobre esta remontada y destacó la labor de sus dirigidos. “Los muchachos nos regalaron una noche hermosa. Le decía a los chicos: Lo que nos define como equipo no es lo que somos, si no la capacidad para sobreponernos en momentos adversos”, dijo el DT. “No lo íbamos a ganar de ‘prepo’, lo íbamos a ganar teniendo paciencia, teniendo constancia. Estaba seguro que sí lo empatábamos, lo ganábamos. Y los jugadores salieron con esa actitud”, añadió.
Asimismo, considera que partidos como estos contribuyen al crecimiento. “Fue un triunfo difícil, nos demandaba mucha determinación, mucho coraje. Si uno quiere crecer tiene que pasar por estos escenarios”. El entrenador de los guaraníes se mostró satisfecho con el rendimiento actual de su equipo; sin embargo, reconoció que aún queda camino por recorrer. “En estas cuatro fechas que pasamos hemos recuperado terreno. Trato de jugar en base a los jugadores que tengo, falta mucho, hay que disputar un montón de batallas”.
Además, al argentino le consultaron sobre lo que será jugar contra su país, como próximo reto en noviembre, donde se enfrentará al actual líder de las Eliminatorias. “Hermoso partido tenemos, qué privilegio recibir al campeón del Mundo. Vamos a tener al campeón del Mundo y bicampeón de América en su máxima expresión. ¡Qué hermosa prueba! ¿Difícil?, sí, pero hermosa prueba. Lo vamos a enfrentar con humildad y con sencillez”, precisó. Luego de este choque, tendrán que visitar a Bolivia en El Alto por la fecha 12.
“Vamos a ver un Defensores del Chaco como con Brasil y como ojalá lo veamos hasta el final de la Eliminatoria. Ahora hay que mantenerse. Les dije a los jugadores que vayan a sus clubes, la Selección va a estar esperándolos”, indicó el director técnico de 62 años. Es importante mencionar que, desde que tomó el mando, de 12 puntos posibles logró obtener 8, sumando dos victorias y dos empates.
Gustavo Alfaro, reconocido por su habilidad táctica y capacidad para desarrollar equipos competitivos, es un nombre clave en el fútbol sudamericano durante décadas. Su carrera como entrenador comenzó a ganar renombre en Argentina, donde dirigió clubes emblemáticos como Boca Juniors, Huracán, Gimnasia y Esgrima de La Plata, Tigre, Arsenal, Rosario Central y San Lorenzo. Con cada uno de estos equipos, dejó su marca, no solo por sus logros en términos de resultados, sino también por su estilo de juego disciplinado y estratégico.
En particular, destacan en su palmarés el título de la Copa Sudamericana 2007 y el Clausura 2012 con Arsenal de Sarandí, club con el que logró proyectarse internacionalmente. Su paso por ‘Xeneizes’, también fue notable, ganando la Superliga Argentina en 2020 y la Supercopa Argentina en 2019. Estos logros consolidaron su reputación como uno de los entrenadores más exitosos del país.
Además de su éxito en el ámbito de clubes, Alfaro tuvo una incursión exitosa en el fútbol internacional. Su experiencia más reciente incluye la clasificación de Ecuador al Mundial de Qatar 2022, un logro que subraya su capacidad para adaptarse y triunfar en diferentes contextos futbolísticos. Después de esto, su siguiente reto fue estar al mando de Costa Rica, donde en la Copa América 2024 puso a los ‘Ticos’ en el centro de atención con su gran nivel de fútbol.
Sin embargo, una propuesta inesperada de Paraguay llevó a la finalización del vínculo con el país centroamericano. Con la Albirroja, que se encontraba sumida en malos resultados en las Eliminatorias, logró darles un impulso tanto emocional como en lo futbolístico, colocándolos nuevamente entre las mejores selecciones de Sudamérica y en la pelea por clasificar al próximo Mundial 2026.
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