Dinamarca tuvo una participación más que correcta en el Mundial Rusia 2018 clasificando a los octavos de final del torneo. De ahí hacia adelante, todo parecía felicidad en el equipo que problablemente posea a su generación dorada con Eriksen y Poulsen; sin embargo, no es así.
La disputa de derechos comerciales entre la Federación Danesa de Fútbol y el sindicato de jugadores este pasado fin de semana ha puesto en peligro los partidos por la Liga de Naciones con miras a la Eurocopa 2020.
Las negociaciones empezaron el verano pasado, pero llegaron a fecha límite el pasado viernes sin llegar a acuerdo alguno. La discordia pasa por la regulación de la participación de los jugadores en actos públicos.
"Los jugadores queríamos seguir negociando y fue la DBU la que no quiso. Quisimos prolongar el actual acuerdo y jugar en condiciones serias, pero volvió a decir que no. No se trata de dinero, sino de derechos", señaló en un comunicado la estrella danesa del Tottenham, Christian Eriksen.
La DBU ha anulado la convocatoria para el amistoso del miércoles a domicilio contra Eslovaquia y para su debut del domingo en casa contra Gales en la Liga de Naciones, el nuevo campeonato de la UEFA, y busca ahora armar una nueva lista con jugadores que actúan en las competiciones danesas.