La ambición hace mucho daño. Esto lo saben bien jugadores de fútbol que han visto amenazada su tranquilidad y libertad por estar envueltos en fraudes económicos.
Por ejemplo, Lionel Messi tuvo una sentencia de 21 meses de prisión, aunque al no tener antecedentes, fue canjeada por una fuerte fianza. El argentino se libró de la cárcel.
El mítico Gianluigi Buffon fue acusado de participar directamente con los amaños de partidos. Este acto le costó a la Juventus descender a segunda división como castigo.
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