Son muy pocos los casos en el fútbol donde la primera experiencia de los entrenadores es marcada por gratos recuerdos. La poca sapiencia siempre pasa factura y es parte del crecimiento de cada estratega. Es lo natural. Sin embargo, Néstor Lorenzo ha ido en contra de este principio y viene dejando huella en el banquillo de FBC Melgar.
El entrenador argentino sumó este martes su quinta victoria consecutiva en la Copa Sudamericana, metiéndose en la historia del balompié peruano. Asimismo, se encuentra cerca de lograr la clasificación de los rojinegros a los octavos de final.
Tras la victoria ante Atlético Parananese, el exasistente técnico de la selección de Colombia analizó el buen rendimiento que vienen sosteniendo sus dirigidos, aunque señaló que el factor físico le preocupa.
“Estos partidos uno los plantea con lo que tiene, ya que no sabe con qué intensidad te vas a encontrar del rival. A medida que uno los va enfrentando, te vas dando cuenta en qué nivel estás. Desde enero nos preparamos para competir, vamos partido a partido y no son fáciles los partidos que nos toca. Nos falta la altura de Quito y jugar en Brasil. Además, también jugar con Metropolitanos acá en Lima que será difícil”, dijo a Radio Ovación.
“Estábamos armados como para tener un plantel importante y con el mismo nivel desde lo físico y lo táctico, nos ha tocado el 70% del plantel con Covid, nos tocó jugar con Mannucci muy temprano y hace seis semanas que venimos jugando sin parar, no hemos podido hacer la rotación de la manera prevista, por lo que eso preocupa y más de cara a lo que viene”, agregó.
Finalmente, Lorenzo evidenció que falta mucho por mejorar para que el fútbol peruano pueda competir a nivel internacional, más allá de la excelente campaña que han realizado los rojinegros.
“Siempre tuve respeto por el jugador peruano, por su calidad técnica, ahora trabajando acá, ha progresado mucho, pero todavía estamos lejos de los niveles de Sudamérica, es difícil competir una vez por año tres o seis partidos con otros equipos del continente y luego jugar acá. Siempre tratamos de meterle intensidad con el cuerpo técnico, pero el límite es lo que te exigen los rivales y cuando competimos”, zanjó.
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