El pasado 11 de julio, luego del partido entre Universitario de Deportes y Corinthians por la ida de los play-offs de la Copa Sudamericana 2023, el preparador físico de los ‘cremas’, Sebastián Avellino, fue detenido por la policía brasileña debido a que fue denunciado por algunos hinchas locales por gestos discriminatorios. Tras los videos difundidos en donde se comprueba el accionar del uruguayo y una larga deliberación que duró un mes, la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) emitió una dura sanción para el acusado.
Según el comunicado, el preparador físico de la ‘U’ quedó suspendido para los próximos diez partidos organizados por el máximo ente rector del fútbol sudamericano, tras violar el artículo 15.1 del Código Disciplinario. Hay que tomar en cuenta que la entidad ‘merengue’ tendrá siete días para apelar esta sanción.
Lo que establece este artículo 15.1 del Código Disciplinario de la Conmebol, es que cualquier jugador u oficial que “insulte o atente contra la dignidad humana de otra persona o grupo de personas, por cualquier medio, por motivos de color de piel, raza, sexo u orientación sexual, etnia, idioma, credo u origen”, recibirá una dura sanción que puede ir desde una suspensión por diez encuentros o cuatro meses de inhabilitación.
Si es que Sebastián Avellino volviera a ser imputado por nuevos actos discriminatorios como los que cometió en el Neo Química Arena, la Conmebol lo considerará como reincidente y podría sancionarlo por un tiempo prologando de cinco año o, en su defecto, otra determinación establecida en el Artículo 6 del Código Disciplinario.
Hace unas semanas, cuando regresó al país tras ser puesto en libertad en Brasil, Avellino dio una conferencia de prensa junto a Jean Ferrari en donde habló sobre lo sucedido. “Lamento profundamente todo lo ocurrido y todas las personas que fueron afectadas a raíz de esto, pero sobre todo, lamento lo mucho que ha sufrido la institución por este problema. Afirmo y grito a voz alzada mi opinión antirracista, que así ha sido durante toda mi vida”, sostuvo en su momento.
Además la sanción que recibió Sebastián Avellino, Universitario de Deportes también fue multado con 100 mil dólares por actos discriminatorios ocurridos durante el partido de vuelta ante Corinthians, disputado en el estadio Monumental el pasado 18 de julio con triunfo brasileño por 1-2. Hay que tomar en cuenta que este monto será debitado de los ingresos que recibe la ‘U’ por parte de la Conmebol por participar de la Copa Sudamericana.
De esta manera, el organismo con sede en Luque (Paraguay) resolvió “imponer al Club Universitario una multa de $100.000 por la infracción del artículo 15.2 del Código Disciplinario”, el cual dicta la sanción a “cualquier Asociación Miembro o club cuyos aficionados insulten o atenten contra la dignidad humana de otra persona o grupo de personas, por cualquier medio, por motivos de color de piel, raza, sexo u orientación sexual, etnia, idioma, credo u origen”.
El castigo para los estudiantiles no quedó en lo económico. Por orden del ente rector sudamericano, Universitario deberá seguir tres acciones en contra del racismo en su próximo partido como local en un torneo internacional, ya sea la Copa Libertadores o la Sudamericana. Primero, tendrá que exhibir un cartel con la frase “Basta de Racismo” en la formación de los equipos. En segundo lugar, deberá mostrar en pantalla gigante la misma frase al menos dos horas antes del encuentro. Por último, la ‘U’ debe publicar en sus redes sociales una campaña comunicacional los tres días previos al encuentro.
Finalmente, el equipo dirigido por Jorge Fossati recibió una última multa de 10 mil dólares, por quebrar el artículo 12.2 del Código Disciplinario, que castiga acciones como lanzamiento de objetos, invasión del campo, uso de gestos, palabras, cánticos, objetos u otro medio para transmitir cualquier mensaje no apropiado en un evento deportivo o uso de puntero láser.
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