No llena los ojos, pero hace la tarea y sigue en carrera por el título. Alianza Lima, actual campeón del fútbol peruano, consiguió ayer un valioso triunfo en su visita a Ayacucho, una plaza difícil, si las hay. Una victoria sufrida, lograda con mucho esfuerzo y también algo de suerte, ingrediente indispensable para un equipo como el íntimo, con aspiraciones de alcanzar el bicampeonato.
Los críticos de Pablo Bengoechea reniegan del estilo de este Alianza Lima. Le reprochan que no respete una tradición que –dicen– obliga no solo a ganar, sino también a gustar, y que por eso Alianza no puede jugar “a la uruguaya”. El técnico sigue adelante y hace caso omiso a sus censores, consciente que sus jugadores han comprado su libreto y confían repetir juntos la vuelta olímpica.
De poco sirve jugar bonito si al final del torneo otro es quien celebra. Por eso, aunque no entusiasme a todos, los resultados están convenciendo a los hinchas victorianos. Y este Alianza Lima versión 2018, aún irregular y resignando a veces puntos que parecían estar ya en la bolsa, ha aprendido a resistir y sobreponerse, sacando fuerzas de flaqueza para volver a la carga cuando muchos lo creían derrotado.
Hoy, a falta de dos fechas para el final del Clausura, el equipo del ‘Profesor’, con un partido pendiente en su haber, mantiene intacto el sueño del bicampeonato nacional. Y parece tener los astros a su favor: para llegar a la semifinal, tentar su pase a la definición del título y colarse por siempre en el corazón de su hinchada.
Escribe: Guillermo Denegri
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