Cuando Christian Cueva fue confirmado como uno de los refuerzos de Alianza Lima lo mínimo que podía hacer un hincha blanquiazul era ilusionarse. No era volar alto ni soñar despierto, era la realidad. ¿Cómo si no se puede tomar el fichaje del ‘10′ de la Selección Peruana y uno de los mejores jugadores peruanos de los últimos años?
Por eso, cada partido malo de Christian Cueva era como una estocada en ese corazón blanquiazul convencido. Con el pasar de los partidos, esa llama de esperanza se iba apagando un poquito, pero renacía cada vez que volvía a entrar a la cancha. Porque todos saben, incluso los que son ajenos al sentimiento grone, lo que puede hacer Christian Cueva en el verde. No por nada ha paseado su fútbol en el extranjero y nos dio muchas alegrías con la camiseta de la Selección Peruana. Se pensaba que era cuestión de tiempo para que empezara a brillar con Alianza Lima.
Pero todo tiene un límite. Al hincha de Alianza Lima no se le puede cuestionar su paciencia ni ese cariño hacia quien estaba llamado ser un ídolo del club. Pero los últimos partidos de Christian Cueva, otra vez en un nivel muy lejano al que nos tenía acostumbrados, empezaron a colmar de bilis ese vaso de aguante del pueblo blanquiazul, ese que había empezado a llenarse con el bajo rendimiento en la Liga 1 Betsson y la Copa Libertadores. Porque, que nadie se moleste, no es faltar a la verdad afirmar que el volante no estaba dando la talla.
Y bueno, tras los últimos episodios ya conocidos, ese vaso acaba de rebalsar. No hace falta decirle a Christian Cueva –en su caso recordarle– que lo que hizo está mal. Ningún jugador profesional puede exponer así su integridad y su imagen. Tiene 31 años y un largo –y triste– historial de clubes de los que salió mal. No puede ser tanta casualidad. La Selección Peruana era un llano en ese camino de altibajos que era su carrera en sus clubes, donde nunca alcanzó ese picó que sí acarició con la bicolor. Se esperaba que con Alianza Lima todo fuera distinto, por el amor que él mismo asegura tenerle al club del que es hincha. Lamentablemente no ha sido así. A esta edad parece complicado que ciertas actitudes cambien. Pero, como bien dicen, todos tienen derecho a una nueva oportunidad, por más que haya tenido ya varias, tal vez más de las que ha merecido.
Por eso, esperemos que Christian Cueva enmiende su carrera. Si está a tiempo o no, solo él lo sabe. Así que vamos con tres deseos para ‘Aladino’.
1. Christian Cueva tiene que hacer una mea culpa, más allá de una historia de Instagram de un minuto. Pero tiene que ser uno verdadero, real y consciente, que no intente llegar al corazón de los hinchas si no al suyo propio. Y que no quede solo en palabras –que seamos francos, esas mismas se las hemos escuchado a varios futbolistas arrepentidos–, si no que haya un verdadero propósito de enmienda, y que cumpla la penitencia de su castigo con dignidad, sabiendo que hizo mal. No solo es decir que es humano –todos lo somos–, y que como tal está obviamente expuesto a los errores. Cueva debe no solo aceptar su error, sino aprender de él. Solo así tendrá tranquilidad para enderezar su carrera. Si con el golpe de las consecuencias su carrera se ve afectada, que así sea, y lo acepte con la frente en alto. El tiempo dirá si valió la pena.
2. Que después de reconocer sus errores y hacer un examen de conciencia, Christian Cueva recupere ese nivel que alguna vez hemos visto, que le conocemos. Por el bien de su carrera y la Selección Peruana. No puede haberse olvidado de jugar al fútbol. No puede ser solo un tema de adaptación (ha tenido cuatro meses para adaptarse). Cuando esté en un nivel óptimo en el club en la que le toque –suponiendo que no seguirá en Alianza Lima– Cueva podrá rehacer su carrera. Porque con 31 años, si no te enderezas, la curva descendente no va a parar hasta que toque un subsuelo helado, donde penan los “si hubieras querido”.
Está en el mismo Christian Cueva aprender de esto y concentrarse en su juego, pero con la consigna tatuada en el alma de qué no puede reincidir. Ese debe ser el verdadero objetivo. Ya sabemos que cuando se lo propone llega un tope de rendimiento que para el jugador promedio peruano resulta inalcanzable. Por eso, es un momento –y algunos dirían hasta ahora– no tiene suplente la Selección Peruana. Pero las etapas pasan. Y eso debe tener claro para no volver a tropezar.
3. A dos meses para el inicio de las Eliminatorias al Mundial 2026, Christian Cueva vive un nuevo y tormentoso capítulo en su irregular carrera. Es deseo de todos que la Selección Peruana no se vea afectada, pero, asumiendo la realidad, resulta ilusorio pensar que ‘Aladino’ sea el ‘10′ en el arranque de este proceso. Seguro Juan Reynoso está evaluando opciones y algunas van tomando más fuerza que otras, pero lo cierto es que no hay un jugador con las características de Cueva. Por eso, es deseo de todos que el ‘10′ retome su nivel por el bien de la bicolor, con la que, reiteramos, ha mostrado un nivel que no le hemos visto en sus clubes.
Christian Cueva debe darse cuenta de que no es más ‘Cuevita’. Es un futbolista profesional que vive de su talento, pero que está desperdiciando sus mejores años por sus equivocadas decisiones. No hace falta que se lo recordemos a cada rato, porque él lo sabe.
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