La llegada de Javier Rabanal a Universitario marca el inicio de una etapa cargada de expectativas, no solo por el perfil del técnico español, sino también por el momento que vive el club tras cerrar un ciclo exitoso con un sistema ya instalado por Jorge Fossati. En su presentación oficial, el estratega respondió las primeras dudas que rodeaban su arribo: qué hará con la línea de cinco, cómo piensa trabajar con los jóvenes y qué tipo de evolución quiere para un plantel acostumbrado a competir con intensidad. A pesar del entusiasmo por su llegada, Rabanal se mantuvo cauto, prefiriendo explicar sus ideas paso a paso y dejando claro que su metodología apunta a construir sobre lo ya conseguido.
En una de las preguntas más esperadas, Rabanal fue directo al mencionar que los esquemas no se imponen por decreto ni se cambian por capricho. El técnico remarcó que analizará primero las características de cada jugador antes de modificar lo que viene funcionando. “A los jugadores no se les impone nada, hay que ver dónde están más cómodos”, señaló, marcando distancia de cualquier idea de ruptura inmediata con el modelo que heredó.
Sobre el sistema que utilizó Universitario en las últimas temporadas, el entrenador explicó que iniciará respetando esa estructura debido a la adaptación del plantel. “La línea de cinco ha funcionado aquí y vamos a empezar con eso”, comentó, aunque dejó abierta la posibilidad de variantes más adelante. Para Rabanal, la clave está en lograr que el equipo no sea predecible, especialmente pensando en el roce internacional que tendrá la ‘U’ en el 2026.
En ese sentido, también aclaró que el estilo no está ligado únicamente a la posición de los jugadores en el campo. Según dijo, la filosofía que desarrolló en Independiente del Valle puede convivir perfectamente con diferentes sistemas, siempre que se mantenga la esencia competitiva. “Puedes tener el mismo estilo con línea de cuatro o con línea de cinco”, apuntó, destacando la importancia de la flexibilidad táctica.
Otro de los temas que más resaltó fue el trabajo con las divisiones menores, algo que Universitario busca potenciar desde hace varias temporadas. Rabanal contó que es un área que conoce bien, por su paso por la escuela holandesa, donde convivió con metodologías centradas en el desarrollo progresivo del jugador. “El que está en primera es porque se lo merece, yo no regalo nada”, aseguró, dejando claro que la meritocracia será la base de su gestión en formativas.

El técnico explicó que uno de los mayores retos para un juvenil es sostenerse una vez que llega a primera, y por ello planea un trabajo conjunto entre el plantel profesional y las canteras. Comentó que habrá sesiones específicas para jóvenes con el objetivo de reducir la presión del salto inicial. Para él, ese acompañamiento es vital para que los nuevos talentos se afiancen y puedan rendir en un club con tanta exigencia.
Rabanal también describió cómo piensa evaluar a los futbolistas jóvenes antes de integrarlos al primer equipo. Mencionó la importancia del scouting interno y de detectar perfiles que puedan adaptarse al ritmo competitivo de la Liga 1. Además, señaló que Universitario está reconstruyendo estructuras para facilitar ese crecimiento, un punto que, según dijo, fue clave para aceptar el proyecto crema.
¿Qué dijo sobre los refuerzos de la ‘U’?
En medio de la conferencia, uno de los momentos más esperados llegó cuando se le consultó por los refuerzos para la temporada 2026. Rabanal evitó dar nombres, pero sí dejó claro que hay movimientos avanzados y que el club trabaja desde hace semanas en perfiles puntuales. Según explicó, revelar candidatos solo encarecería el mercado, por lo que se mantendrá en reserva. “Hay muchas especulaciones, sobre todo con jugadores ecuatorianos, pero la mayoría no es cierta”, comentó, antes de añadir que hubo rumores surgidos por simples saludos tras un partido. Aun así, aseguró que habrá “buenas sorpresas” en los próximos días respecto a las incorporaciones.

Ya hacia el final, Rabanal se mostró entusiasmado por el desafío que implica ponerse al mando de Universitario. Habló con respeto del trabajo previo y se comprometió a sumar desde su propuesta, siempre cuidando el equilibrio entre identidad e innovación. Sin promesas exageradas, pero con firmeza en su discurso, dejó claro que su objetivo es construir un equipo capaz de competir en todos los frentes y que no pierda la esencia que lo acercó nuevamente al protagonismo.
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