Manuel Barreto dejó de ser técnico de Cristal tras cinco meses en el cargo Foto: GEC
Manuel Barreto dejó de ser técnico de Cristal tras cinco meses en el cargo Foto: GEC

La salida de de estaba más cantada que la ‘Tusa’. Asumió en setiembre del año pasado y el equipo no presentó una mejoría. Por lo menos no la esperada tras cinco meses de trabajo. Claro, no todos los resultados fueron trágicos, pero esto parecía deberse más a la calidad de los jugadores –Cristal tiene (y mantiene) uno de los mejores planteles del torneo peruano–, que a la mano de su entrenador.

Barreto es un técnico que ha estudiado y se ha preparado para ejercer como tal. Que trabajó duro y alcanzó objetivos en divisiones menores. Tiene conceptos claros y, por eso, Cristal consideró que era el idóneo para el puesto. Es totalmente válido. Pero el gran pecado de Manuel fue nublarse en sus ideales y aplicarlos en los momentos menos adecuados.

En la semifinal de vuelta del año pasado, por ejemplo, puso a Olivares de arranque y sentó a Palacios. Y este año, improvisó una alineación en la Copa. ¿Era necesario? Estoy seguro de que Barreto tenía la mejor de las intenciones y que esas decisiones fueron el producto de un análisis minucioso. Pero la ejecución y las formas no fueron las correctas.

Dirigir a un ‘grande’ es complicado. Luego, él solito se empezó a echar la presión, con frases como “nada va a borrar el trabajo que hice” o “la idea de jugar de Cristal es la mía, la de Manuel Barreto; no tiene nada que ver con un manual de estilo”. Ahí le faltó manejo y eso te lo dan los años. Esta etapa, por ejemplo, debería representar un gran aprendizaje para él. Más allá de sus errores, su potencial como DT es grande.

La dirigencia, por su parte, ya tendría todo cerrado con el experimentado Roberto Mosquera. Pero, ¿no habían dicho que “capacidad mata experiencia”? Al parecer, en Cristal hay mucho por replantear.

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