Por José Luis Saldaña
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El primer arco de Salomón Libman −cuando tenía cinco años− fue el garaje de la casa de su abuela, en Lince. Los amigos de sus hermanos, que le doblaban la edad, lo agarraban a punta de ‘cañonazos’. ‘Yuyo’, desde ahí, le perdió el miedo a la pelota.
Hoy, a sus 33 años, tampoco teme al hablar de la tensa convivencia que tuvo con George Forsyth, de la extraña manera en que le arrancharon la ‘1’ en Matute y Vallejo, y nombrar a quien −verdaderamente− salvó a los grones de ir a Segunda en 2008.
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Sin desmerecer a Rosario, ¿los amigos no te preguntaron por qué no llegaste a un club de Lima?
Mi entorno me decía qué rara tu decisión. Sí hubo conversaciones con otros equipos, pero las cosas no se dieron. Y no me arrepiento, la gente me trata muy bien y las cosas con el equipo están saliendo.
Ahora, era un equipazo el César Vallejo que se fue al descenso. Raro, ¿no?
Sí, es raro. No se dieron las cosas. Nunca cohesionamos con el grupo.
¿Fue verdad que te peleaste con Ángel Comizzo?
Nunca tuve una discusión con él. Llegó y tomó su decisión (sacarlo del titularato) y después se retractó. Yo venía de la selección y no ser tomado en cuenta influyó para que no me convocaran más.
Entonces, queda claro que no fue un tema deportivo.
Tapé los partidos contra Sao Paulo (Libertadores). Me convocaron después. Y cuando tuve la chance de irme, a mitad de año, no lo hice porque quise quedarme hasta el final.
Reitero, ¿fue una decisión solo deportiva?
Vino por otro lado.
¿Quiénes son el ‘otro lado’?
A veces, cuando decimos las cosas frontales para bien del equipo, se toman esas decisiones. Cuando hablé con Comizzo me dijo que solo era por gustos y preferencias.
Me dijiste que a mitad del año pasado te llamaron. ¿Qué clubes fueron?
De Lima, pero ya es parte del pasado.
¿Cristal fue uno de ellos?
Ya eso es parte del pasado. Son supuestos, lo único cierto es que tuve oportunidad de irme a otra institución.
¿Sientes que la puerta de la selección se te cerró?
No, yo trabajo para regresar. Y sé que se me dará en cualquier momento. Hay un excelente grupo.
PELEAS EN EL BARRIO
Le dicen ‘llorones’ a los que reclaman titularatos. ¿Lo hiciste alguna vez?
No, el único problema que tuve fue en Alianza, después siempre respeté decisiones.
¿Lo dices por lo que pasó en la Libertadores 2010 (Forsyth tapó contra Estudiantes en Buenos Aires)?
Sí, yo tampoco le encuentro explicación. La decisión fue sorpresiva, en la charla. Luego tuve la oportunidad de hablar con Gustavo (Costas) y me dijo que estaba probando. Y yo ya sabía que el partido en Chile (ante la ‘U’) no lo jugaba por cómo venía la cosa.
¿Había interferencia de otro lado para armar los equipos en Alianza?
Lo dije en su momento, ya no estoy en Alianza y estoy curado de eso. Pero no me gustó la decisión, y peor la de 2011. Sobre todo, por la explicación que me dio Arrué.
¿Qué pasó con Miguel Ángel Arrué (DT de ese año)?
Me sacó del titularato y la excusa fue que yo no había hecho la gira con Alianza (en Chile). Cómo iba a hacer la pretemporada si yo estaba en Argentina, con la selección, en la Copa América.
¿Te querías ir?
Por cómo se dieron las cosas, sí. Luego vino Susana (Cuba) y nos hablaron de la reducción de sueldos. Yo acepté por el club. Y un día antes de un partido se aparecieron en la concentración. Nos hicieron firmar un documento. Si no lo hacíamos, nos despedían.
¿Es cierto que la ‘U’ te llamó por esas fechas?
Sé que se comunicaron con mi representante, cuando Raúl Fernández se fue a Francia (Niza, en 2011). Pero era difícil porque yo estaba identificado con Alianza.
¿Y con George Forsyth por qué no te hablabas?
Hubo problemas en su momento, pero es parte del pasado. Supongo que en algún momento nos sentaremos a conversar. No me gusta estar peleado con nadie.
¿En qué momento se rompe la relación?
En 2011. Porque en 2010 el tema era distinto y después hubo discusiones personales. Son cosas que pasaron en su momento.
O sea, si te invita al ‘Gran Show’ para que lo salves de alguna sentencia, ¿vas?
No, no voy al ‘Gran Show’. No es lo mío, pero quizá lo pensaría para ayudar una obra benéfica. Ahora no, porque soy jugador en actividad.
ALIANZA ES DE PRIMERA
¿Cómo se dio tu llegada a Alianza?
En Boys me debían tres meses. Y, para recibir mi carta, solo pedí que me pagaran hasta la fecha en que trabajé. Y, felizmente, se dio sin problemas.
¿Y qué tan grande fue la tensión peleando el descenso (año 2008)?
Un día nos hicieron concentrar en Miraflores. Todos estábamos en el segundo piso. Ya eran las cuatro de la mañana y nadie dormía. Sabíamos que ese era el partido (contra Cristal). La gente se acalambraba antes del encuentro.
Se salvaron con una ‘pepa’ de Kohji Aparicio, ¿no?
Él anotó el gol. Pero, cuando acabó el partido y todos nos abrazamos, nos dijeron que Minero (con ese club luchaban por no descender) le iba ganando a Sport Áncash.
¿Y qué pasó, entonces?
Entramos al camarín a terminar de escuchar el partido en una radio ‘anticuchaza.’ Y en eso se escucha ‘goooollll’. Apareció el ‘Drogba de los Andes’ (Juan Carrillo) para empatar. Le hizo el gol a ‘Chiquito’ y así nos salvamos.
¿Le cayó su sencillo al ‘Drogba de los Andes’?
Ni me acuerdo, pero lo cierto es que lo gritamos con toda el alma. Con lágrimas, todos nos abrazamos en el camarín. Fue un momento inolvidable.