El único gran error de Ricardo Gareca tiene nombre y apellido. Se llama Claudio Miguel Pizarro Bossio y ganó la Liga y la Copa Alemana en seis oportunidades cada una, fue campeón de la Liga de Campeones y del Mundial de Clubes. Convirtió 196 goles en sus 20 temporadas en la Bundesliga y acaba de renovar con el Werder Bremen por un año más, no por buena gente, sino porque se mantiene vigente a sus 40 años y ha sido importante para su equipo viniendo desde el banco con 7 goles en 809 minutos jugados. Esto promedia un gol cada 115 minutos. Un jugador así, con toda esa experiencia, en un puesto donde no nos sobran jugadores con esa categoría, ¿no serviría para la Selección?
Es verdad que Gareca logró la hazaña. Fue el líder que nos clasificó al Mundial de la nada. Formó una isla en medio de un mundo futbolístico lleno de informalidad y caos. Ganó batallas en las que nunca habíamos salido airosos y le devolvió la identidad al futbolista peruano.
Todo eso es verdad. Por eso creo que es importante estar agradecido con el DT de la Selección. Sin embargo, considero que es primordial no cegarse ante los que uno considera sus errores y seguir analizando bajo lupa sus decisiones.
En el Mundial fue comprensible la decisión de no llevar a Claudio Pizarro puesto que no participó de la remontada para la clasificación final. Se entendió que se había formado un nuevo grupo y que este merecía estar en el campeonato. Pero también, durante el torneo se desnudó la necesidad de contar con otro nueve más parecido a las características de Paolo Guerrero. De hecho, siempre pensaré que el Bombardero hubiera sido útil en esos últimos minutos frente a Dinamarca y Francia, así como lo hace en su actual equipo.
Ya después del Mundial, en los amistosos sin Guerrero, fue más que claro que cuesta encontrarle reemplazante al nueve. Raúl Ruidiaz es un gran futbolista, pero no ha podido trasladar a la selección lo que hace en su club. Seguro que algunos estarán diciendo que Claudio Pizarro tampoco lo pudo hacer, pero la gran diferencia es que Ruidiaz no lo logró en tiempos de apogeo de la selección y cuando Pizarro no funcionó, todo el equipo no funcionaba.
Otra excusa para no llamarlo podría ser la edad. Está claro que no jugará el Mundial de Qatar 2022, pero para competir en la Copa América, con un equipo peruano con una idea clara, donde cada uno cumple un rol determinado en el campo, el aporte de Claudio Pizarro en los últimos minutos de juego, cuando un partido se complique, con todo y sus 40 años hubiera podido ser vital.
“Cuando Claudio Pizarro entra al terreno de juego, todavía es capaz de proporcionarnos un nuevo impulso con su calidad y presencia. No queríamos perder estas características", dijo Florian Kohfeldt, el entrenador de Pizarro en el Bremen, tras la renovación del delantero. Algo tiene que saber este señor, ¿no?
Claudio Pizarro polarizará siempre al país. O lo quieres o no, pero lo que no se debería discutir es que a los 40 años sigue con esa hambre del principio de su carrera, y que esa vigencia que demuestra los fines de semana, solo te la puede dar el profesionalismo. Que es algo que no abunda en nuestra sociedad. Repito, alguien así, ¿no serviría para la selección?
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