En su oficina de Surquillo, George Forsyth tiene una foto con PPK, otra cuando fue jugador de Borussia Dortmund (2003) y cuelga, sobre su sillón, una chalina de Alianza Lima. Todo eso es el ‘Blanco’: empresario, político y aún futbolista... aunque por ahora tenga los guantes en algún rincón del armario.
¿Por qué? Simple: según él, los dirigentes blanquiazules lo vieron siempre como un ‘fantasma’. Pero el amor no entiende de razones y, pese a la ‘choteada’, el ‘1’ no se ve jugando en otro barrio... “salvo que me paguen más que a Cristiano Ronaldo”.
¿Alguien de Alianza te llamó, al menos, para el “gracias”?
Gustavo Zevallos y César Torres (ambos de la comisión de fútbol) me dijeron que querían contar conmigo. Yo sabía que la situación del club era difícil y les pedí que ellos propusieran una cifra.
¿Y qué pasó?
Ellos me pidieron que yo les dijera cuánto quería ganar. Entonces, pactamos para reunirnos en otro momento y así ver el tema con más calma.
¿Hubo esa reunión?
Sí, me dijeron que la situación del club era difícil y que no podían contar conmigo. Me di cuenta de que querían que yo diera la cifra para que ellos dijeran: “No podemos”. Ni para negociar 300 soles.
Me lo dices como cifra simbólica, ¿no?
Yo jugaba hasta gratis en Alianza. Pero mentían, porque trajeron a Ángelo Campos y me decían que Bengoechea no me quería.
Entonces, ¿también era un tema deportivo?
No, porque yo les dije a esos tipos que Bengoechea en la selección me llevó a Inglaterra, Dubai, Suiza y Qatar (2014). Le echaron la culpa a un tremendo técnico que, para mí, ha sido la mejor contratación.
¿Las lesiones te perjudicaron para no cerrar bien el 2016?
No tuve lesión, eso es falso. De un día para otro, Mosquera me mandó a la banca. Dejé de jugar sin lesión alguna. Ahora, ¿bajo qué circunstancias manda a la banca al que era uno de los jugadores más regulares? Y eso no tiene que ver con Leao, a quien quiero mucho.
¿Me dices que Mosquera se prestó para ello?
Recibió órdenes.
¿De quiénes?
Definitivamente, del administrador en su época (Christian Bustos) y Gustavos Zevallos (gerente deportivo).
Se ventiló un documento que decía que ganabas US$ 19 mil. ¿Cómo podía ser tanto si el club estaba intervenido?
Pusieron un número irreal. Pero así el club esté intervenido o no, querían traer a Farfán por 50 mil dólares. Imagínate.
¿Las administraciones te han visto como una amenaza?
Por supuesto. Me veían como un factor peligro, como si quisiese asumir el sillón presidencial. Y no es mi intención.
¿El sillón de Gustavo Zevallos tampoco te interesaba?
Falso. Claro que no. No podría haber algo más erróneo que eso. Yo no quiero ser gerente deportivo, ni se me ha ocurrido. No es mi visión.
¿Alguna vez aprovechaste tu apellido para tocar las puertas de la Sunat y así quedarte en el club a toda costa?
Ni la Sunat ni yo hemos dicho eso. Fui a denunciar el mal manejo de Alianza. Peleo por Alianza y los derechos laborales que yo represento. Ahora solo estoy impulsando un proyecto de ley para convertir a los clubes en sociedades anónimas.
¿Te afecta que siempre digan que eres ‘hijito de papá’?
Imagínate, darle importancia a esa gente. O sea, ¿mi papá tiene tanta fuerza que me hizo jugar en Borussia Dortmund y en Atalanta de Italia?
¿Es cierto que no te cuidabas después de las prácticas?
Dirán eso porque yo tengo una vida. El futbolista común se va a su casa a dormir, a almorzar y está en su casa tirado. En cambio, yo salgo de almorzar y voy a trabajar y en las noches a estudiar en la UPC.
¿Gente de tu entorno te ha pedido dejar el fútbol?
Uno lo piensa, sí. Es común en todos los jugadores cuando pasan épocas difíciles. Y un 95% de mi entorno ya me lo pidió, pero no recién ahora sino hace mucho tiempo.
¿Te ves tapando este año?
No lo sé. Para que yo firme por un equipo que no sea Alianza, tendrían que pagarme 300 millones de dólares o más que a Cristiano Ronaldo (risas).
¿Cuántos equipos, que no supieron ese ‘detalle’, te han llamado?
Un montón de equipos. Ahora me buscaron de Colombia y les dije “no creo que puedas pagar 300 millones”, jajajá. Pero, ya en serio, estoy agradecido a todos esos clubes por interesarse en mí.
Un ‘Blanco’ con calle
Hiciste menores en Alianza, ¿eso te dio ‘escuela’?
Llegué bastante nuevo a la cultura aliancista. Quizá venía de otro entorno y pensé ¿en qué me estoy metiendo? Pero ahora, mira: mis mejores amigos son del club.
¿Con esa ‘calle’, en tu colegio alemán eras el ‘palomilla’?
Después de pasar por Alianza, en el colegio era el terrorista (risas).
Me imagino que aprendiste hasta a defenderte. ¿Vas bien al golpe o no?
Por supuesto. Con el que te mirabas mal, te agarrabas a golpes. En el camarín de menores era diaria la cosa. Pero a los cinco minutos pasaba todo y éramos amigos otra vez.
Por algo le dicen ‘Ken’
¿Tus ‘causas’ te invitaban a los ‘tonos’ o tenían miedo que ganes con las ‘flacas’?
No es que yo les ganara, sino que ellos eran tan feos que no ganaban nada (risas).
Pero no puedes negar que estuviste con chicas lindas de algunos ‘realities’.
Si solo la mitad de chicas que me han inventado fuese real, entonces yo sería lo máximo. Porque me han invitado cada caso. Es increíble.
¿Alguna vez te llamaron de ‘Esto es Guerra’?
Me han llamado cien mil veces, un millón de veces de todos los programas ‘realities’ que existen. Respeto todos los programas, pero no consumo mucho esa televisión.
¿Qué fue lo más loco que te ha mandado una fan?
Prendas de vestir. Diré prendas, tú asume lo que quieras. Me han mandado de todo: peluches, cartas. Lo dejaban en las puertas del club.