Desde El Salvador, Ramón Maradiaga nos responde el celular y rápidamente entra en estado de análisis para desnudar las deficiencias y virtudes de la Selección Peruana, que ha volcado sus ilusiones una ofensiva imperfecta pero obrera encabezada, principalmente, por Beto da Silva, el jugador del momento.
Aunque Maradiaga sabe que el duelo amistoso contra Perú solo será un termómetro para corregir detalles en Estados Unidos, sabe que en su escuadra ya no están permitidas las derrotas, menos ante un rival que no tiene líderes naturales "a la altura de Teófilo Cubillas o Héctor Chumpitaz", según dice.
Sin embargo, Maradiaga y el preparador físico Luis Gustavo Giribaildi (peruano de nacimiento), entraron en profunda preocupación por lo que pueda hacer una selección con jugadores con ganas de escribir su nombre en la historia nacional.
¿Qué virtudes pude resaltar de la última victoria de Perú ante un flojo Trinidad y Tobago?Después de ese partido, la Selección Peruana ha tenido que sacar buenas conclusiones, porque Trinidad y Tobago no es un rival acostumbrado a perder de esa manera. Entonces, en ese duelo hay muchos méritos ofensivos que resaltar en una escuadra joven pero con actitud y oficio.
¿Qué le pareció la agresividad de Beto da Silva en esta ofensiva?Tenemos una muy buena referencia y lo hablé con mis jugadores: el que debuta quiere llenar el paladar del técnico, porque es un momento para marcar presencia. No voy a desconocer que hemos puesto más énfasis en el juego de Beto da Silva, y hemos sacado una evaluación que nos invita a tener más cuidado.
¿Qué tan positivo resulta el cambio generacional en una selección que urge de ir al Mundial?A mí me ha tocado ser parte de los recambios generacionales, y es importante que un técnico valore las consecuencias positivas, que van más allá de los buenos resultados inmediatos. Perú, en este caso, necesitaba un recambio generacional porque no asiste a un Mundial desde España 82'. Y El Salvador también está pasando por una situación similar, debido a las últimas posiciones que ocupamos en el grupo de cara a lograr la clasificación a Rusia 2018.
Desde su experiencia como capitán de la Selección de Honduras, ¿cuánto puede afectar en la interna la ausencia de verbo gestado por un líder natural, luego de la exclusión de Claudio Pizarro de la Copa América Centenario?Depende de la fortaleza como equipo que se haya formado. No todos los jugadores les afecta la ausencia de una imagen líder en discurso. Por ejemplo, Perú debe remontarse a la rica historia que heredó en la época de Héctor Chumpitaz. Varios de sus seleccionados no necesitaban llevar puesta la cinta de capitán para sentirse líderes y asumir grandes responsabilidades y hacer respetar a su selección. Sin embargo, Perú debe valorar lo hecho por Claudio Pizarro en las Bundesliga. Pero ustedes tienen buenos jugadores nacionales y extranjeros que tienen la obligación de seguir una línea de conducta impuesta por Ricardo Gareca.
¿A este Perú con sangre joven le alcanzaría para asistir a un Mundial?Es muy difícil emitir un juicio cuando un rival como nosotros pelea en otro campeonato y, consecuentemente, está más atento al análisis de nuestro entorno. Sabemos que están momentáneamente fuera del Mundial de Rusia, pero deben entender que el fútbol es de momentos, y esta Copa América puede ser el regocijo que necesita su fútbol para ganar confianza.
¿Tiene alguna referencia de la filosofía de juego de Ricardo Gareca?Gracias al fútbol argentino tengo buenas referencias del técnico. Pero solo es un elemento de referencia de un técnico que no tiene un equipo que carece de un Teófilo Cubillas, Ramón Mifflin, por ejemplo.
En ese contexto, El Salvador tiene mucho respeto a un equipo de fútbol vistoso.Yo tuve la oportunidad de enfrentar a Perú de ´Pacho´ Maturana y pedimos por un marcador abultado.
¿Cuál es el camino correcto para campeonar en un certamen corto como la Copa América, independientemente de los resultados?Es primordial formar un grupo que capte rápidamente el mensaje en poco tiempo de trabajo. La seguridad espiritual se consigue en el camino.
¿De cara a las Eliminatorias, la Copa América es un torneo engañoso para los equipos que logran los primeros lugares?Depende de mucho la manera en como asimiles el triunfalismo efímero. Una Copa América sirve para familiarizar más al grupo, corregir errores; es decir, es un camino que sirve para ir directo a la consolidación.
¿Por qué le está costando tanto obtener buenos resultados a El Salvador?Es muy difícil enumerar la cantidad de dificultades que encontré en el equipo. No pensé que eran tantas. Lo manifiesto abiertamente: tengo muy buen material humano, pero aún hay temas que dificultan el progreso del jugador, que sufre por no asistir hace 34 años a un Mundial.
¿Se siente a gusto con el trabajo hecho hasta el momento?No, para nada. No me siento cómodo. Manejaremos internamente la mejora de estos factores.
¿Qué tan influyente fue la labor del preparador físico peruano Luis Gustavo Giribaildi en El Salvador?El tiene mucho tiempo trabajando en Centro América, especialmente en Honduras. Yo lo traje de Perú en 1999, luego de que el hoy fallecido Ricardo Ángeles (preparador físico) me lo recomendara. Luis Gustavo no me ha dado mayor referencia de sus compatriotas y hemos pasado a otras instancias visuales: videos, estadísticas, etc.
¿Para Giribaildi será muy especial enfrentar a Perú?Es difícil determinar esa situación. Justamente estaba hablando con él ayer en el almuerzo y está más preocupado por las elecciones presidenciales de su país, en donde gobernará nuevamente la derecha.
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