Por mucho tiempo, una generación se acostumbró a escuchar la palabra 'estilo' en el fútbol. También se acostumbró a asociarla con el balón al ras del piso y la transición por esa vía para llegar al arco rival. Cubillas, Cueto, Uribe, Palacios y más. El tiempo, en parte, nos acostumbró a no ver ese fútbol bien jugado del que muchos hablan y que pocos hemos visto.
Sin embargo, el mejor aliado para que un estilo se refunde y vuelva a confirmarse es el tiempo de trabajo. Y en la Selección Peruana de Ricardo Gareca se ha logrado conseguir ello: en un camino lleno baches se obtuvo un triunfo categórico teniendo en primer lugar al 'cómo se juega' y olvidando 'el resultado final'.
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El triunfo ante Paraguay, no solo es una victoria que significa romper una racha de 12 años sin ganar de visita en Eliminatorias ni mucho menos un histórico resultado en Asunción (lugar en el que nunca habíamos ganado hasta ayer), sino también representa a esa Selección Peruana que nunca claudicó y que tomaron al tiempo de trabajo como mejor amistad para obtener el resultado.
EL FACTOR RICARDO GARECA
Mucho tiene que ver Ricardo Gareca en esta idea. El DT argentino ha demostrado ser capaz de no renunciar a sus convicciones de mantener un estilo en el que siempre se juegue mirando la portería del rival. Pasaron muchos futbolistas en apenas 20 meses a cargo de una Selección Peruana que clamaba resultados por doquier.
Pero se necesitaba hacer una pausa al clamor de la hinchada. Olvidemos por un rato el Mundial y pensemos en cómo hacer para llegar a él. Los resultados son exclusivamente una consecuencia del trabajo. Y en parte del estilo que imparte el técnico. Gareca ha logrado convencer a un equipo que la mejor opción para ejecutar su idea es con el buen trato de balón y la generación de opciones de gol por debajo.
Ricardo Gareca puso la cara en los momentos difíciles. Le devolvió la identidad a los futbolistas peruanos
Ante Paraguay, la Selección Peruana generó hasta 12 situaciones de gol en el arco de Barreto (que tuvo una actuación sobresaliente) y se anotó en 4 oportunidades. Por si fuera poco, la sensación que dejó fue que se pudo marcar más.
Otro entrenador hubiese gustado de un planteamiento mucho más cauto y con dos líneas de cuatro más defensivas. Una idea válida, pero que hubiese conllevado, quizás, a otro resultado. Una de los puntos claves es que Gareca vio la oportunidad de ganar el partido con el 1-1 y no se contentó con ello.
Además, el 'Tigre' mostró temple ante la adversidad. Cuando la opinión pública le solicitó cambios y regresos de jugadores 'consagrados', supo dar una respuesta con cordura. Además, dejó en claro que nadie es indispensable. ¿Qué dirán los que pedían a Zambrano, Farfán y otros más?
PASARON NOMBRES, PERO EL ESTILO SE MANTIENE
Hubo un quiebre que es indudable a lo largo del proceso. La Copa América Centenario marcó el antes y después del proceso de Gareca: quedaron atrás los 'intocables' y pasaron futbolistas con un cartel de entrega. Ojo, también con mucho juego.
Salieron Zambrano, Ascues, Vargas, Ballón, Pizarro y Farfán; ingresaron Rodríguez, Ramos, Trauco, Yotun, Flores y Ruidíaz. Ninguno desentonó. Por si fuera poco, los últimos tuvieron rendimientos superiores a los primeros mencionados. El equipo se potenció.
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La idea macro de jugar bien y conseguir el resultado de una forma encajó con esta Selección Peruana porque fue ejecutada por un grupo de jugadores que la tomó como la válida. Además, se sumó coraje y pundonor, un valor intrínseco en cualquier equipo, pero opaco en el primer tramo de las Eliminatorias.
LA IDEA DE JUEGO ES INTOCABLE
El Mundial de Rusia 2018 es la obsesión de todos. Pero no es para nada grautito. Y la forma viable de conseguirlo es con una idea de juego que se mantenga y no sea variada. El triunfo ante Paraguay es valorable por la forma como se dio: gustó, goleó y se ganó.
La Selección Peruana ha conseguido ser un equipo equilibrado de atrás para adelante. Con una columna vertebral marcada por Gallese-Rodríguez-Tapia-Cueva-Guerrero. Por un momento, en el partido ante Paraguay se dejó de buscar la cabeza y/o pecho de Guerrero para hacer el pivoteo. Sucedió todo lo contrario: con Yotun, Tapia, Cueva, Carrillo y Flores se buscó por abajo y en más de una situación se terminó la jugada con peligro. También sucedió eso ante Chile en Santiago.
El fútbol bien jugado es representado en Christian Cueva, el hombre que juega de '10' con la Selección Peruana
Sin embargo, siempre es correcto hacer la pausa nuevamente. Aún no hemos ganado nada y con tranquilidad se puede llegar al premio mayor: Rusia 2018. Dependemos de nosotros mismos. ¿Cómo conseguirlo? Manteniendo el estilo de trabajo con el que se obtuvo el resultado de ayer ante Paraguay. El cómo sí importa. Y mucho.
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