Corría el minuto 54 del partido ante República Dominicana cuando Piero Quispe presiona la salida del rival y recupera el balón en zona de peligro. La pelota queda a los pies de Edison Flores, quien con una mirada cómplice avisó a su excompañero en Universitario de Deportes cuál era la siguiente jugada. El ‘8′ de la selección peruana entendió el mensaje, hizo el movimiento correcto, recibió el pase filtrado y con una muestra de su habilidad logró eludir a su marcador: control con la izquierda y definición con la derecha para colocar el tercer gol del partido y asegurar, prácticamente, la victoria en el Monumental. Ese tanto no solo trajo consigo la tranquilidad en un partido ya resuelto, también pudo significar el punto de inicio del Quispe que todos queremos ver.
En una selección urgida por la necesidad de buenos resultados y la convivencia con la escasez de figuras emergentes, Piero Quispe aparece como la esperanza de un fútbol mejor. Con 22 años, es el rostro visible del recambio generacional que debe abrirse un espacio en la bicolor, a fin de que el universo de jugadores de Jorge Fossati sea más amplio que el habitual. Y eso implica seguir una ruta difícil y retadora, donde no solo basta con chispazos de talento en la cancha si no se asume una responsabilidad mayor. Hace falta un protagonismo que vaya de la mano con el crecimiento del futbolista, quizá como en su momento lo fue Christian Cueva con Ricardo Gareca en la bicolor.
El camino de Piero Quispe
Es evidente que Quispe no es Cueva, pero el camino a seguir en la selección es similar al que recorrió ‘Aladino’. Cueva fue convirtiéndose en ese futbolista fetiche del que Gareca no pudo prescindir jamás. Creció en medio de las eminencias de los cuatro fantásticos (Claudio Pizarro, Juan Vargas, Paolo Guerrero, Jefferson Farfán) con Sergio Markarián rumbo a Brasil 2014; luego encontró la confianza y el respaldo en la figura del ‘Tigre’ camino a Rusia 2018; y, finalmente, pudo consolidarse hacia Qatar 2022, también con Gareca, donde adquirió ese grado de trascendencia que hoy se le pide a Quispe.
‘Pierito’ ya dio el primer paso cuando debutó por Eliminatorias Sudamericanas el año pasado en medio de un contexto convulsionado por los malos resultados de Juan Reynoso. Su presencia en un equipo que carecía de alegría fue la llama que mantenía viva la ilusión. Se le pidió sangre nueva al ‘Cabezón’ y el técnico respondió, aunque tardíamente, enviando al volante peruano de titular contra Bolivia, dándole ese rol protagónico que todo futbolista debe aceptar cuando se trata de pelear en la cancha la clasificación a una Copa del Mundo.
El segundo paso lo acaba de dar ante República Dominicana el último martes, marcando el tercer gol del partido y registrando el primero de su cuenta personal con la bicolor. Ese tanto puede que solo sirva para la estadística, pero resulta especial para Quispe, porque es el envión anímico que necesita para agarrar mayor confianza y sentirse pieza importante en la selección. El volante no es una promesa que acaba de aparecer, es una realidad que debe pulirse y consolidar. Ese, precisamente, es el tercer paso a dar: trascender con la camiseta de su país.
No tienen que pasar tres Eliminatorias, como ocurrió con Cueva, para ver a un Quispe en un rol más decisivo en el equipo de Fossati. El ‘Nonno’ tiene una conexión especial con el jugador desde su paso por Universitario. Conoce sus virtudes, sabe sus defectos y es plenamente consciente de lo que pueda dar en la selección. Su techo todavía es grande; por eso, existe la confianza en que Piero pueda sacar lo mejor de sí con Fossati en el banco. Si ya vimos lo que puede dar en la ‘U’ con el uruguayo, ¿por qué no ilusionarse con su mejor versión en la bicolor?
¿Qué le aporta Piero Quispe a la selección peruana?
Para Fossati era necesario ver en acción a Piero Quispe ante República Dominicana. Lo colocó de titular como volante interior por izquierda, la misma posición que desempeñaba cuando lo dirigió en la ‘U’, y desde allí pudo mostrarse durante los 60 minutos que estuvo en la cancha. De acuerdo a Sofascore, fue el tercer futbolista de la bicolor con mejor rendimiento esa noche (7.2), tuvo un 82% de precisión en los pases y anotó en su primer -y único- remate directo al arco. Fue efectivo en los metros finales y cumplió en la creación.
‘Pierito’ conoce su función en el equipo y eso es importante para el ‘Nonno’, ya que entiende su idea de juego y puede transmitirla a sus compañeros. No juega con tanta libertad como el año pasado, pero intenta mostrarse como opción de pase en fase ofensiva. Quispe posee buena técnica, visión de juego y asociación. Si a eso le suma el gol, su titularidad en la selección caería por su propio peso. Eso sí, para él es clave sostener una regularidad en Pumas UNAM, madurar como futbolista y demostrar que puede ser para Fossati tan importante como Cueva lo fue para Gareca.
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