Competir en la Copa Libertadores supone para los equipos peruanos un reto enorme que deben afrontar con responsabilidad por dos razones: primero, porque representan al Perú; y, segundo, porque está en juego el honor de cada uno. Para Sporting Cristal, por ejemplo, el máximo torneo internacional representa también una muralla a superar para complacer a sus hinchas, quienes mantienen con romanticismo el recuerdo de la campaña del 97 y exigen a su equipo -como a ningún otro- estar a la altura de las circunstancias. Ante Fluminense, esa mística debe mantenerse. No hay motivos para cambiarlo.
Pero lo que sí implica un riesgo gigante para Sporting Cristal es debutar en la Copa Libertadores sin su mejor arma. Irven Ávila, el autor del 50% de los goles que el equipo de Tiago Nunes marcó en dicho torneo, es la baja más sensible para medirse contra Fluminense. Es como ir a la guerra sin armamento o caminar por el desierto sin reservas de agua. Y no exagero, porque más allá del buen trabajo colectivo del cuadro celeste, el ‘Cholito’ es el rostro del sufrido camino que pasaron para llegar hasta la fase de grupos, superando a rivales de mayor exigencia como Nacional de Paraguay y Huracán de Argentina.
¡𝗟𝗜𝗦𝗧𝗢𝗦!✅
— Club Sporting Cristal (@ClubSCristal) April 4, 2023
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¿Cómo reemplazar, entonces, a un futbolista que ha marcado la mitad de los goles que Sporting Cristal registra en esta Copa Libertadores? Si desde lo estadístico es difícil; desde lo emocional lo es todavía más. Un jugador como Ávila, plenamente identificado con los colores del club, encierra en sí mismo la rebeldía que ha mostrado este equipo durante el torneo. Y eso, por más que Brenner Marlos sea el ‘9′ para enfrentar al ‘Flu’ y reciba todo el apoyo necesario, no se reemplaza con un nombre. Nunes sabe que el ‘Cholito’ contagia dentro del campo y por eso tendrá que recurrir a otros elementos de experiencia, como Yoshimar Yotún, para mantener el mismo sentimiento.
Lo demás ya corresponde al plano futbolístico y a los recursos que tendrá el conjunto celeste para sacar un buen resultado ante Fluminense. Desde esta tribuna, considero que las ausencias de Ávila y Loyola afectan al equipo. Siempre es mejor afrontar la Copa Libertadores con todos a disposición; pero Cristal ha demostrado que sabe jugar esta clase de compromisos y que posee a un técnico capacitado para eso. La mano de Nunes se vio durante la fase previa del torneo, apostó por cantera, tomó decisiones acertadas que le dieron resultado y hoy tiene el respaldo suficiente para arriesgar de acuerdo al rival.
La tarea de Nunes, entonces, pasa por volver a sacar lo mejor de este renovado Cristal en un momento límite como el que tiene por delante. Pocas son las falencias que muestra Fluminense en el campo y muchas son las figuras que pisarán el Nacional. Marcelo, Felipe Melo y Ganso forman parte de ese grupo experimentado que tiene el ‘Flu’ y que asusta a cualquiera; pero en el fútbol pasan cosas inexplicables y existen un sinfín de casos en los que David le gana a Goliat. Pero Cristal posee argumentos para anteponerse a la adversidad. Es el único invicto del fútbol peruano y ha llegado hasta la fase de grupos por mérito propio, sin que nadie le regale nada y con el sacrificio que eso demanda.
Bajo ese panorama, la fortaleza de los celestes está en ser un equipo equilibrado, sobre todo en la zona defensiva, que es el pilar para mantener el cero en el arco. A partir de eso, Nunes posee jugadores en ofensiva con buena técnica y capaces de llevar peligro. Jostin Alarcón y Washington Corozo son los llamados a marcar diferencias, al igual que el brasileño Brenner. También está Joao Grimaldo, un atacante rápido y encarador que destacó en el duelo contra Huracán en Lima. Y todos ellos necesitarán de la experiencia de jugadores como Yoshimar Yotún, quien todavía no ha trascendido como se esperaba. Si las piezas funcionan bien, Cristal puede ilusionarse con algo más en esta copa. Eso sí, el primer partido siempre es clave. Hay que tener coraje y rebeldía para agrandarse ante un rival superior.
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