La fiesta inaugural del Mundial de Rusia-2018 comenzó este jueves en el estadio Luzhniki de Moscú sin grandes pompas pero con el plato fuerte de la actuación del cantante inglés Robbie Williams.
El popular intérprete arrancó la ceremonia media hora antes del inicio del primer encuentro del torneo entre el anfitrión Rusia y Arabia Saudí, por el Grupo A.
La aclamada soprano rusa Aida Garifullina es otra de las atracciones de una ceremonia con un marcado tono musical, a diferencia de otras fiestas inaugurales, más inclinadas a grandes coreografías.
A continuación, el presidente ruso, Vladimir Putin, acompañado del titular de la FIFA, Gianni Infantino, declarará inaugurada la cita máxima que se extenderá hasta el 15 de julio.
Antes de que comenzara la ceremonia, el arquero Iker Casillas, capitán de la selección española que ganó el Mundial en 2010, se encargó de llevar el trofeo al césped del estadio Luzhniki. Le acompañó la modelo rusa Natalia Vodianova. AFP
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