Unas papas fritas o pollo crujiente son la tentación de muchos que, por más que lleven una dieta saludable, se dan un gusto de vez en cuando; sin embargo, el panorama se complica cuando ese alimento absorbió demasiado aceite al freírse y está ‘goteando’ grasa, ¿qué hacer para evitarlo?
Es aquí donde los trucos de cocina entran para salvar la receta y hacer que esa milanesa, pechuga empanizada, croquetas, tortitas o carne pueda ser consumida sin mayor remordimiento.
1. No uses alimentos húmedos
Si vas a freír verduras o carnes y están húmedas, lo mejor es empanizar antes de cocinar, de esta manera no absorberá mucho aceite debido a su lenta cocción.
2. Temperatura del aceite
Esto es muy importante porque un aceite muy caliente solo quemará el alimento y si está frío lo dejará aceitosos. La temperatura del aceite debe estar a no menos de 180 grados para asegurar una cocción uniforme, rápida y crujiente.
Un truco casero para saber que está en la temperatura correcta es agregar cualquier ingrediente en el aceite y si burbujea alrededor, está listo.
3. No freír grandes cantidades
Desde ‘Mui’ aconsejan no poner muchos alimentos en el sartén, pues necesitan espacio entre ellos para asegurar una buena cocción. Si no cumples esta regla quedarán aceitosos.
Además, es importante que el aceite caliente cubra por completo el producto, de lo contrario tardará más en cocinarse y absorverá más grasa.
4. Usa papel absorbente
Una vez la carne o verdura esté frita, debes colocarla sobre un papel de cocina para que absorba el exceso de aceite.
5. Sin tapa
Otro truco de cocina indica que al momento de freír no debes tapar el sartén, de lo contrario se concentrará el agua evaporada.
TRUCOS DE COCINA QUE TE AYUDARÁN A AHORRAR
Muchas veces ahorrar es mucho más fácil de lo que creemos. La clave es comprar bien y barato, planificar lo que se hará en la cocina y no desechar nada. Recurrir a alimentos económicos y sanos como las verduras y preparar en cantidad, siempre pensando en nuestro presupuesto de guerra.
Evita las verduras ya cortadas
Ser un poco perezoso en la cocina suele salir caro, así que a la hora de ahorrar lo primero es tener un cuchillo y demostrarte a ti mismo que eres capaz de cortar esa cebolla o zanahoria. No te harás millonario, pero si practicas mucho eso del corte puede que te ahorres algunos centavos para un gustito.
Nada de desechar verduras y frutas: cremas y batidos
Aquí no se desperdicia nada, como diría la abuela, y más si queremos ahorrar. Las frutas y verduras que estén un poco marchitas pueden tener una segunda vida en forma de sustanciosas cremas y refrescantes batidos. ¿Un plátano mustio? A la batidora con un yogur y tenemos un delicioso batido.
Haz caldos
No sólo como ingrediente para otras preparaciones, sino para improvisar una sopa salvadora. Comprarlo hecho no siempre es buena idea. Pon un día la olla y preparar unos litros de caldo para, de paso, aprovechar algunas de esas verduras que ya no están para aguantar más tiempo.
Busca productos de temporada
El sentido común es básico a la hora de hacer las compras y pensar en el menú de la semana o el mes. Si somos de ir al mercado será fácil saber qué está de temporada porque será lo más económico. A partir de ahí, sólo hay que pensar qué cocinar con eso que hemos comprado a buen precio en el supermercado.
Cortes de carne más baratos
Ser carnívoro también es compatible con ahorrar. Es más cuestión de saber comprar que de saber cocinar y tener claro que no siempre los cortes más caros son los más exquisitos. ¿Has probado los contramuslos de pollo? Mucho más barato y sabrosos para, por ejemplo, acompañar con un cremoso puré de papas.