Puede ser tu mejor opciones de postre saludable o una nueva alternativa para el desayuno. El yogur con avena y leche es un plato ideal para quienes cuidan su alimentación por su alto contenido en fibra. Prepararlo es muy sencillo para mantener una dieta balanceada.
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Esta deliciosa opción ayuda a saciar el hambre durante el día y posee un bajo índice de grasa y calorías. Además, da pie a que explores tu creatividad en la cocina combinando con distintas frutas como fresas, manzana, melocotón, frutos secos, entre otros acompañamientos.
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Para que prepares el yogur con avena, leche y frutas, te dejamos la receta que puedes realizar con los ingredientes que hay en tu despensa.
Ingredientes:
- 1/2 taza de avena en hojuelas
- 1/2 taza de yogur griego
- 1 taza de leche entera
- 1 cucharada de esencia de vainilla
- 1 cucharada de semillas de chía (opcional)
- 1 plátano
- 70 g de fresas
- 30 g de pasas
- Miel
Preparación:
- En un recipiente personal poner la avena en hojuelas, el yogur, las semillas de chía y revolver hasta que queden bien mezcladas.
- Agregar la leche y la miel. Batir hasta obtener una crema homogénea.
- Agregar la esencia de vainilla y volver a mezclar.
- Tapar y dejar reposar en la nevera durante seis horas.
- Lavar y cortar las frutas en trozos pequeños. Incorporar a la mezcla y dejar durante unos minutos más en reposo en la nevera.
- Antes de comerlo espolvorear un poco de canela por encima o miel, para aportar dulzura.
FICHA:
Dificultad: Fácil
Tiempo: 10 minutos
Cantidad: 1
TRUCOS DE COCINA QUE TE AYUDARÁN A AHORRAR
Evita las verduras ya cortadas
Ser un poco perezoso en la cocina suele salir caro, así que a la hora de ahorrar lo primero es tener un cuchillo y demostrarte a ti mismo que eres capaz de cortar esa cebolla o zanahoria. No te harás millonario, pero si practicas mucho eso del corte puede que te ahorres algunos centavos para un gustito.
Nada de desechar verduras y frutas: cremas y batidos
Aquí no se desperdicia nada, como diría la abuela, y más si queremos ahorrar. Las frutas y verduras que estén un poco marchitas pueden tener una segunda vida en forma de sustanciosas cremas y refrescantes batidos. ¿Un plátano mustio? A la batidora con un yogur y tenemos un delicioso batido.
Haz caldos
No sólo como ingrediente para otras preparaciones, sino para improvisar una sopa salvadora. Comprarlo hecho no siempre es buena idea. Pon un día la olla y preparar unos litros de caldo para, de paso, aprovechar algunas de esas verduras que ya no están para aguantar más tiempo.
Busca productos de temporada
El sentido común es básico a la hora de hacer las compras y pensar en el menú de la semana o el mes. Si somos de ir al mercado será fácil saber qué está de temporada porque será lo más económico. A partir de ahí, sólo hay que pensar qué cocinar con eso que hemos comprado a buen precio en el supermercado.
Cortes de carne más baratos
Ser carnívoro también es compatible con ahorrar. Es más cuestión de saber comprar que de saber cocinar y tener claro que no siempre los cortes más caros son los más exquisitos. ¿Has probado los contramuslos de pollo? Mucho más barato y sabrosos para, por ejemplo, acompañar con un cremoso puré de papas.