Dragon Ball Super puede ser amado por millones, pero no se trata de una obra perfecta. Ya antes hemos visto cómo destruyeron la luna dos veces. Ahora, un detalle que ha llamado la atención es una incoherencia de la trama.
El episodio 65 del manga Dragon Ball Super muestra la continuación de la pelea entre Moro y Goku en la Tierra. Goku, siempre afanado por seguir peleando con la intención de entrenar, le dio una segunda oportunidad a Moro, el antagonista principal de la saga ‘El prisionero de la Patrulla Galáctica’.
Moro, entonces, recupera la mano en la que había copiado el poder de Merus. Todos se quedan impresionados por lo que eso significa: el poder de un Ángel -uno de los seres más poderosos de Dragon Ball Super- en las manos equivocadas.
Después de esta escena, Moro comienza a inflarse, porque su cuerpo no es capaz de asimilar el poder de un Ángel, exactamente lo mismo que sucedió con Saganbo en episodios anteriores de Dragon Ball Super.
Ahora, la pregunta es sencilla: ¿por qué la mano que guardaba el poder de Moro no se hinchó todo este tiempo hasta explotar? ¿Será que solo la mano de Moro puede aguantar toda la energía de un Ángel, pero ya no es así cuando se fusiona con el cuerpo? Cosas que solo tienen lógica en el universo de Dragon Ball Super.
El manga Dragon Ball Super está en su momento más crítico con la inmimente derrota de Moro, el antagonista principal de la saga El prisionero de la Patrulla Galática. Goku Ultra Instinto salió victorioso luego de que el angel Merus se sacrificara al intervenir en la pelea contra Moro.
Al cierre del episodio 64 de Dragon Ball Super, Goku le dice a Moro que luchará como humano, por lo que el encuentro tiene para un rato más. A esto se suma la filtración de varias viñetas en las que se aprecia a Goku entregando las semillas del ermitaño a Moro para que recupere sus poderes y así seguir peleando.
La entrega 65 de Dragon Ball Super, que tiene por título “Son Goku, el terrícola” puede ser leída en español en la página de Manga Plus. La traducción fue hecha por Antonio Heredia y el texto editado por Mediabang.
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