Arranquemos con el empaque de las Tab P11 y P11 Pro. El diseño es sencillo y prácticamente iguales con algo de datos por los lados. Al dar la vuelta a la caja ya vemos los primeros detalles técnicos, pero eso lo detallaré más adelante.

Abrimos la caja y damos de lleno con las Tab P11 y P11 Pro. El diseño es delgado, muy ejecutivo por cierto y se siente bastante frío en las manos. Tan solo al tacto ya sientes las primeras diferencias entre ambas versiones. Así al ojo se nota que la pantalla de la versión estándar es de 11 pulgadas LCD, mientras que la Pro de 11.5 pulgadas OLED. Otro detalle son los bordes de cada dispositivo. La versión estándar tiene cierto acabado en plástico y el aluminio en maté; por su parte, la versión Pro es todo de aluminio con un acabado brillante y más ejecutivo.

A esto queda añadir la obvia diferencia de las cámaras principales de cada dispositivo. La estándar tiene un solo lente en la cámara selfie y principal, mientras que la Pro tiene doble lente para cada lado. Ahora, lo menos obvio sí lo tenemos en el peso: la estándar pesa 490 gramos y la Pro 485 gramos.

De ahí puedo decirles que ambos tienen Android 10, un solo puerto USB-C de entrada y, en este caso en particular, la memoria RAM y el almacenamiento coinciden en 6 y 128GB, respectivamente. Insisto en que es algo particular, porque hay una versión de 4GB de RAM con 64GB memoria, así que por ahí el aclare. Como dije al inicio del video, las diferencias más técnicas y rendimiento ya lo haré para otro día.

LENOVO TAB P11 | Unboxing de ambos modelos

Dejamos a un lado la tablet, sacamos la cubierta de plástico y vemos dos cajitas más. La del lado derecho está el cable de datos con extremos USB-C y USB 3.0, así como el cargador.

La caja más grande la abriremos más adelante y vamos al fondo del empaque, donde veremos la garantía, el manual de inicio rápido y el pin para la bandeja. No hay que olvidar el lápiz óptico de Lenovo que viene acompañado de una funda y un soporte de plástico. Un detalle interesante es que viene acompañado de una punta extra para el lápiz. Ya está demás decir que esto mismo ocurre para ambos modelos.

Ahora sí vamos con la caja más grande que dejé para después. Al abrirla hallarás la funda imantada de la tablet, la cual se siente gruesa en las manos y con un pliegue para apoyar la pantalla en una mesa. Acerca del teclado, este es delgado, las teclas bien distribuidas y cómodas para los dedos. Cabe precisar que no es inalámbrica y debe conectarse a la pantalla a través de un puerto imantado. Lo bueno de la funda imantada es que puedes sacarla para limpiarla, pero el acabado de la misma tela en el teclado es un solo cuerpo.

No debería costarte acoplar el teclado a la tablet. De hecho, pude hacerlo con una mano en cada gadget, pero sí tuve problemas para mantenerlos unidos. Se supone que con este doblez puedes llevar la tablet como si fuera un libro, pero la poca fuerza del imán hace que se desconecte al juntar el teclado y la pantalla. De igual manera, así es como queda si lo instalas como una laptop.

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