Guapo de guapos, aunque un poco frágil. Es el futbolista que todos quisieran en su equipo, sobre todo, los fines de semana. Neymar conoce bien los huecos perfectos para meter… el pase necesario al compañero y encontrar los goles. Aunque él también puede buscárselas solo y definir.
Neymar encontró en el fútbol combinar tres de sus más grandes gustos: darle al balón, el histrionismo y la natación especializada en clavados. Con la calidad que lo caracteriza, supo vender lo mejor de su imagen en PSG, logrando un gran negocio: no todos se pierden la misma cantidad de partidos que juegan sin bajar su ficha.
Pero, sobre todo, lograr una de sus más grandes –e intocables- costumbres: estar todos los 11 de marzo junto a su hermana, sea en Brasil o cualquier parte del mundo. Es el día de su onomástico, una fecha intocable en su agenda. Y si hay que lesionarse, pues se lesiona.
Sucede en PSG y sucedió en Barcelona, su segundo lugar favorito en el mundo –luego de Brasil- y el club que lo quiso de regreso hace algunos meses. El cuadro catalán luchó tanto, casi como Bruna Marquezine, por tenerlo de vuelta. Aunque esta vez no fue una mala jugada del ‘10’, sino lo que exigía el club parisino para ‘quitarse’ el problema de encima.
Un especial perfil de Tinder de un crack en todo sentido como lo es Neymar. Claro, quizás en la realidad no se acerque ni un poco al verdadero o, quién sabe, solo hemos descrito solo un poco sobre el ‘10’ brasileño del PSG, con quien muchas personas desean hacer ‘Match’.
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