Es el mejor ajedrecista en la historia de Perú. Su talento en el tablero lo demostró desde muy pequeño. Con 13 años de edad, se impuso en el Mundial Sub 14 en Mazatlán (México) y a los 19 obtuvo el rótulo de Gran Maestro Internacional, otorgado por la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE). Se llama Julio Granda Zuñiga y fue el primer peruano en lograr este grado. Siguió ganando más títulos, pero el más importante lo consiguió en el Mundial Senior, en 2017, donde fue campeón a los 51 años.
Lleva más de medio siglo jugando e involucrado en el ajedrez. Hizo una pausa a fines del 2019, pero hoy ha retornado a la competencia. Y es que se encuentra participando en el Open Internacional Master Chess Perú, un torneo validado por la Federación Deportiva Peruana de Ajedrez y también por la FIDE. Depor conversó con el gran maestro nacional para conocer sus expectativas en esta competición y sobre lo que hace en la actualidad. También recordó sus mejores partidas.
Vuelve a competir después de años y lo hace en un torneo aquí en Perú...
El torneo se llama Master Chess, que contará con la presencia de ajedrecistas básicamente de Perú, pero también con la asistencia de un gran maestro boliviano Osvaldo Zambrano, el único maestro que tiene Bolivia. También estará un gran maestro español David Lariño y otros participantes de buen nivel. Termina el domingo y realmente es una fiesta del ajedrez, porque con la pandemia hubo evidentemente muchas restricciones para realizar torneos presenciales. Y ahora se está haciendo este torneo importante con el ánimo de seguir haciendo otros.
¿Y cómo toma este regreso a la competencia?
Bueno, con emoción, porque he estado en esta actividad tantos años. El año pasado justamente cumplí 50 años jugando ajedrez y he estado compitiendo la mayor parte de mi vida. Pero, claro, ya el tiempo va pasando, las mismas circunstancias de la pandemia, suerte que me agarró en Perú, porque fue algo muy difícil para toda la humanidad. Ahora me estoy dedicando básicamente a la enseñanza, a la promoción del ajedrez. Pero yo creo que, por más que uno ya esté en el otoño de su carrera, siempre es bueno contribuir para que los niños y jóvenes abracen esta disciplina. Y, obviamente, uno tiene que esforzarse para que, si te ganan, que lo hagan con la mayor dificultad posible.
A fines de 2019, en una entrevista en España, usted dijo que estaba “prácticamente retirado”. ¿Este torneo puede marcar el fin de su retiro y el retorno a la competencia profesional?
La verdad que no lo sé. Cuando uno compite, uno siempre quiere ganar. Yo cada vez que iba a un torneo, obviamente, quería ganarlo. Este no va a ser la excepción. Pero hay que entender que el ajedrez va a un ritmo vertiginoso, como va el mundo también. Todo está más desarrollado, más rápido, y realmente no sé cómo me va a ir, porque, claro, estoy tanto tiempo sin jugar, y ahora los jóvenes cada vez juegan mejor, están mejor preparados. De alguna manera, cómo me vaya aquí, no solamente por los resultados sino por las sensaciones, eso puede inclinarme un poquito para ver si puedo jugar más torneos. Pero básicamente ya mi actividad está centrada más en la enseñanza y en la promoción del ajedrez.
¿Y cómo está llevando esta nueva etapa de su carrera: la enseñanza?
Evidentemente, cuando uno cambia de actividad, te choca al comienzo. Pero una vez que estás adentro, te empiezas a acostumbrar. También hay que verlo de otra perspectiva: en mi caso, tengo una trayectoria bastante larga con el ajedrez. 50 años en una actividad creo que pocos deportistas los tienen. Todo eso tiene un valor, sobre todo para incentivar a los niños y jóvenes.
Además de la enseñanza, ¿se está dedicando a otra labor?
Tengo una academia virtual Julio Granda y básicamente me dedico a eso. Tengo alumnos, sobre todo del mundo hispano, desde España hasta Chile, por ponerlo así. Ahora, la vida es mucho más amplia, también tengo otras aficiones, pero mi vida profesional está centrada en el ajedrez, porque ¿qué otra cosa podría hacer?
Entiendo. ¿Y cómo ve el futuro del ajedrez peruano?
Con bastante optimismo, porque ya durante varios años creo que es de las disciplinas que está demostrando grandes resultados y, sobre todo, de una manera sostenida. Hay un misterio de por qué Perú destaca tanto en el ajedrez, porque a veces no hay el apoyo, y no solamente me refiero a las instituciones del Estado. Por eso es importante cuando una institución, en este caso el Colegio Saco Oliveros (auspiciador del torneo Master Chess Perú), apuesta por una disciplina como el ajedrez. Pero, claro, hay que seguir trabajando. Hay que seguir siendo optimistas en que todo esto siga trascendiendo y permita que no solamente sigan saliendo nuevos campeones, sino también que el ajedrez siga siendo reconocido como una eficaz herramienta educativa en la formación integral de los niños y jóvenes, sobre todo.
Pero, ¿usted siente que en el Perú se está apostando realmente por el ajedrez?
Tal vez no en la medida que se debería, pero sí, obviamente. Hay instituciones y gente que apuesta. Y, por supuesto, hay que seguir involucrando más instituciones para que el ajedrez, incluso, sea algo que se identifique con el Perú. Pero eso es algo que implica pues un continuo trabajo. Nos pasó con el vóley femenino, tuvimos un altísimo nivel, no se siguió trabajando y ahora cuesta retomar ese nivel. Entonces, en el ajedrez creo que hay muchísimo por hacer. Hay un gran potencial, un gran talento y obviamente hay que apostar por ello.
¿Está camino a ser potencia el ajedrez peruano?
Yo creo que de alguna manera ya lo es, al menos una potencia continental. Perú está ganando muchos torneos en categorías inferiores en los últimos años. Falta que todos esos niños tengan un medio adecuado para que se sigan desarrollando. Lamentablemente, no hay tantos torneos no solamente en Perú sino en muchos lugares de Latinoamérica. Entonces, a veces la situación económica no les permite ir a Europa, que es donde el ajedrez se desarrolla más, como para que sigan evolucionando adecuadamente. Entonces, ahí se queda. En cambio, si hubiera un medio, si hubiera una mayor inversión en estos niños, pues tendríamos muchos más grandes maestros probablemente.
El año pasado usted ingresó al Salón de la Fama del Ajedrez de América, ¿cómo recibió la noticia?
Bueno, curiosamente yo no era muy... a mí me habían dicho en algún momento que había esa idea y yo no mostré mucho entusiasmo. Sin embargo, parece que no buscaron precisamente mi consentimiento y han puesto eso. Pero bueno, yo trato de ver un poco más allá de mi persona. Lo importante es que eso pueda servir para promocionar el ajedrez, sobre todo aquí en mi país, y lo tomo desde ese punto de vista. También obviamente sería un desafío para los jóvenes para que se sigan superando y que también más adelante puedan estar en este Salón de la Fama.
¿Cuál es la partida que más le gustó disputar en toda su carrera o las partidas?
Generalmente, uno toma las experiencias con los grandes campeones al margen del resultado, incluso. En el año ‘86 yo jugué frente a Garry Kasparov una partida en la Olimpiada de Dubái, en Emiratos Árabes Unidos. Yo nunca antes había jugado con un jugador de tanto nivel. Me ganó, evidentemente, pero fue una tremenda experiencia. Luego, ya más adelante, he tenido la ocasión de ganarle al excampeón mundial, Anatoly Karpov, que también es uno de los grandes jugadores de la historia. Y, bueno, queda ese grato recuerdo. Cuando uno va avanzando en la edad, es grato poder comentar estas cosas con los aficionados, incluso con los nietos. Yo tengo un nietecito pequeño y me gustaría también que aprenda ajedrez, y en algún momento decir: ‘Mira, yo le gané esta partida a Karpov’.
¿Y su pequeño nieto ya está en edad para aprender?
Está por cumplir 2 años. O sea, es muy pequeño todavía. Pero me gustaría ya a los 3 años enseñarle, al menos que vaya conociendo las piezas.
Y de los títulos que ha ganado, ¿con cuáles o con cuál se queda? Usted ha sido dos veces campeón mundial.
Esos títulos mundiales a veces son los más pomposos, pero yo también he ganado 4 veces el Panamericano Absoluto. Y yo creo que es una marca importante, porque no es tan fácil ganar 4 veces un torneo donde van todos los países de la región, incluido Estados Unidos y Canadá. Pero hay un torneo que a mí me sigue dejando una gran sensación. En el año ‘85, yo jugué un campeonato nacional donde no me fue muy bien. En ese entonces, como yo era candidato a ganar el título nacional y no lo conseguí, empezaron a llegar muchas críticas diciendo que ya estaba acabado, y yo era muy joven todavía. A veces las críticas no son necesariamente objetivas, y a veces incluso pueden ser un poco excesivas. Entonces, ese mismo año se hizo entre los 6 mejores del campeonato nacional un torneo a doble ronda, partidas con blancas y con negras. Y yo gané con 100% de efectividad. Demostré que efectivamente no estaba acabado.
¿Qué otros planes tiene para este año aparte de este campeonato el Master Chess?
Bueno, este torneo es una prueba, porque estoy sin jugar desde el año 2019. También, cuando uno va avanzando con la edad, se pierden los reflejos, ya tu vida no está básicamente centrada en jugar un torneo. Son factores que evidentemente merman tu potencial. Pero también tienes tu experiencia. En mi caso, a mí siempre me ha gustado competir, luchar por ganar. Pero en el deporte, pues, los gallos se ven en la cancha. Entonces, quiero ver cómo está mi nivel. Y si de pronto no me he olvidado tanto de jugar ajedrez, podría considerar jugar torneos más adelante. Pero esto es una prueba.
Recibe nuestro boletín de noticias: te enviaremos el mejor contenido deportivo, como siempre lo hace Depor.
TE PUEDE INTERESAR
- Sebastián Abreu: “El jugador peruano tiene una técnica depurada, pero debe mejorar en la intensidad”
- Martín Morel: “Firmé planillas para que la ‘U’ no descienda, pero solo me pagaron dos meses”
- Rodrigo Vera: “Este año me gustaría llegar a las grandes ligas como la UFC”
- Perú enfrentará a Noruega en la Copa Davis: ¿Qué tan complicada podría ser la serie contra los europeos?