A más de 230 kilómetros de Quito, Richard Carapaz creció en Cantón Tulcán, en la provincia de Carchi. Una zona donde abunda el campo, ese que le enseñó dos pilares fundamentales en su vida: ser disciplinado y fuerte.
Primero porque en el campo no hay lujos, uno tiene que trabajar para conseguir algo. Segundo ser fuerte -desde pequeño- para poder superar cualquier adversidad. Y es que Richard Carapaz tuvo más de un problema, que con carácter supo sobreponerse.
De niño tenía una bicicleta; sin embargo, se la robaron. No pudo ni siquiera usarla muchas veces, ni aprender a manejar, pero eso no detuvo a Richard. Como su papá traía chatarra para vender en la zona, cada tanto estaba atento por si una 'bici' aparecía.
Hasta que la encontró. En una de esas búsquedas, Richard vio una bicicleta que no tenía llantas ni asientos y estaba cubierta de óxido. Sin embargo, Richard sintió una conexión con ella, por lo que le pidió a su papá que se la diera.
"La familia no tenía para esas cosas. Por eso, cuando vio la bicicleta, Richard le rogó a su papá para que se la regale. Pocos niños tenían una", contó Diego Castro, su cuñado.
Con 10 años, se comprometió con esa bicicleta y le dedicó tiempo y esfuerzo en arreglarla De paso aprenderla a manejar, así se iba con ella al colegio, a cumplir las tareas familiares del campo a la ganadería y otras actividades comunes para cualquier niño de esa edad en el pueblo.
De manera inconsciente y por los tramos largos que hacia, Richard Carapaz fue forjando su resistencia. Y en medio de subidas, de desniveles de 40000 metros y de un intenso frío, su habilidad con la bicicleta creció.
A los 15 años, Richard Carapaz ingresó al equipo aficionado Coraje Carchense. Luego pasó a Panavil y con ello su carrera en equipos colombianos, mexicanos y europeos. En 2013, logró su primer triunfo en el Campeonato Panamericano Sub23.
Todo parecía encaminado para el sorprendente ascenso de Richard Carapaz en el ciclismo. Sin embargo, al año siguiente, su mundo se derrumbó: fue atropellado y quedó seis meses fuera de las pistas en medio de pronósticos médicos que decían que no podría caminar y menos poder volver a andar en una bicicleta.
Pese a todas las adversidades y el temor de no regresar la bicicleta, Richard se sobrepuso y ganó el título en la Vuelta de la Juventud en Colombia en 2015. Y por esa victoria, el equipo español Lizarte lo fichó para la temporada 2016.
Aunque aún era aficionado, ganó la Vuelta a Navarra ese mismo año y la Vuelta a Asturias, esa sí ya como profesional. En agosto del 2016, Richard Carapaz fue fichado por el equipo de Movistar, en donde en cuestión de tiempo demostró sus cualidades.
El año pasado, justamente en el Giro de Italia, sorprendió a todos al ganar una etapa de la competencia. Y esta vez, Richard Carapaz ratificó sus condiciones: se coronó en la edición 2019, luego de dos victorias por etapas: la cuarta y la décimo cuarta.
"No sé qué decir, es un sentimiento único. Creo que para mí es el triunfo más grande que he podido lograr en mi vida. Es la recompensa a todos los esfuerzos y sacrificios", dijo un emocionado Carapaz, al borde de las lágrimas, al acabar la contrarreloj final de Verona.
"Se lo debo a mi equipo, que me ha ayudado a conseguir este Gran Giro de Italia", prosiguió el ecuatoriano, que triunfó por delante de Vincenzo Nibali (Bahrein) y del esloveno Primoz Roglic (Jumbo-Visma).
Hoy, el hijo ilustre de Cantón Tulcán y el héroe de Ecuador celebra. Richard Carapaz ha puesto su nombre en la historia al ser el segundo latinoamericano en ganar el Giro de Italia, luego del colombiano Nairo Quintana, en 2014.
►¡Acción y de la buena! Revive los mejores momentos del evento de Combate Américas en Perú
►¿A dónde fue? Peleador de UFC ganó su combate, pero salió el coliseo en Suecia [VIDEO]
►¡Lo mandó a dormir! Aleksandar Rakic noqueó a Jimi Manuwa con brutal patada a la mandíbula en el UFC Estocolmo [VIDEO]
►¡Silenció Suecia! Anthony Smith sometió al local Alexander Gustafsson en la estelar del UFC Estocolmo [VIDEO]