La tarea era complicada, revertir un 4-1 y más aún sin el aliento del público. Las gradas del estadio de Mestalla lucieron totalmente vacías como medida de prevención por de la propagación del coronavirus. Sin embargo, el duelo entre Valencia y Atalanta por la vuelta de octavos de final de la Champions League tuvo un invitado especial: Vicente Navarro, fiel seguidor valenciano fallecido el año pasado.
En el asiento ’164′ de la fila 15 de la tribuna central tuvo como testigo mudo a la estatua de bronce que el club colocó allí en honor a este seguidor acérrimo, fallecido el año pasado, quien no se perdió ningún juego del club a pesar de haber perdido la visión por desprendimiento de retina 40 años atrás.
Navarro acudió 35 años al estadio pese a no poder ver los partidos. Llegaba con acompañado de su hijo, quien le narraba todo el encuentro. El hincha asistía a Mestalla por el simple hecho de sentir la atmósfera del partido.
Ahora, el monumento se ha convertido en todo un símbolo para los hinchas valencianos, y más en esta jornada en la que el equipo 'Che' buscó sin el aliento de su afición la remontada frente al Atalanta.
Vicente Navarro, de una otra manera, está siempre pendiente apoyando al club, a pesar de las restricciones por el coronavirus que afecta a todo el mundo.
En su primera participación en la máxima competición europea de clubes, el Atalanta italiano logró una clasificación histórica para los cuartos de final al ganar 4-3 en Valencia (8-4 en el global de la eliminatoria), este martes en la vuelta de los octavos de final, disputada a puerta cerrada.
Con cuatro goles anotados por el esloveno Josip Ilicic (3, 43, 71 y 82), el Atalanta, que ya había ganado en Bérgamo por 4-1, sentenció el pase a la siguiente ronda ante un Valencia que sólo pudo maquillar el resultado, con otro doblete del francés Kevin Gameiro (21 y 51) y un gol del joven Ferran Torres (67).
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