Los primeros minutos del partido de vuelta de los cuartos de final de la Champions League entre y PSG, fueron tan emocionantes como en la ida. Y en ese lapso de tiempo, Sergio Agüero gozó de la mejor oportunidad para marcar. Pero sus intenciones quedaron allí.

Cuando corrían los 28' del primer tiempo y ninguno de los equipos había generado claras ocasiones de marcar, un ataque para el Manchester City terminó en penal a favor suyo. Trapp derribó a Agüero con un clara falta y se llevó la amarilla.

Fue en ese momento donde el Etihad estalló de júbilo. Como el crack y especialista que Agüero es en penales, se pensó que pondría el primero. Sin embargo, el delantero argentino mandó el balón muy lejos del arco rival y se quedó con ganas de celebrar.

Antes de esta clara chance para marcar, el argentino llegaba a este partido con dos goles, por lo que sus cifras no se alteraron en el partido de vuelta de los cuartos de final de la Champions League. Cómo es lógico, el Etihad enteró lamentó el fallo.

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