La pierde Aranguiz. Se viene Argentina de contra. Banega encara por el medio. Tiene a la derecha a Higuaín. Son tres contra tres. Banega se la da a Di María, quien define y el balón se mete al primer palo de Bravo. Gol. 1 a 0.
La pierde Aránguiz en la mitad de la cancha. Se viene Argentina. De contra, otra vez. Di María encara por el medio. Tiene a la derecha a Higuaín. Son tres contra tres. Di María se la da a Banega y este define. La pelota se mete por el primer palo de Bravo. Gol. 2 a 0.
No me he equivocado, simplemente le di "copiar pegar" cambié el orden de Di María por Banega para explicar los dos goles que definieron el partido, a pesar que la estadística me obliga a hablar más adelante del gol de Fuenzalida que decoró el marcador.
Con la ausencia de Messi por lesión, Gerardo "Tata" Martino planificó un equipo que priorizaba la velocidad y el vértigo, por encima de la posesión y la paciencia. Es más, renunció a tener el balón (Argentina 42% – Chile 58%) y jugó uno de los mejores partidos desde que asumió como entrenador.
Romero nuevamente fue titular. Es increíble que sea el guardameta con más partidos en la historia de la selección albiceleste. Sobre todo porque siempre es suplente en sus equipos. En los últimos cuatro años, disputó 25 partidos en clubes sumando Sampdoria, AS Monaco y Manchester United, mientras que en la selección, con este encuentro, completó 40 en el mismo periodo de tiempo. Debe ser un caso único en el mundo. El gol de Chile fue totalmente responsabilidad suya.
En defensa son cuatro: los laterales (Mercado y Rojo) con poca salida, pero los dos aportan mucho en la pelota parada ofensiva. Sin duda alguna, el más bajo de los centrales es Funes Mori (tampoco es que Otamendi sea garantía), pero no pasaron mayores apremios por el buen trabajo colectivo. Argentina supo agruparse y obligar a Chile a meter pelotazos. Eso permitió que los cuatro defensores se luzcan.
En la primera línea de volantes: Mascherano y Augusto Fernández. Lo que rinde el jugador de Barcelona con su selección ya es conocido. Sus mejores partidos son con esa camiseta. Cuando se la pone se convierte en uno de los mejores del mundo en su posición. Fernández tiene un trajín importante. Es de esos volantes centrales que les gusta correr detrás de la pelota y cuando la recuperan parecen perritos adiestrados que se la dejan al amo.
Augusto se la da "a los que saben". Delante de ellos, Banega, jugando como en Valencia, de enganche, de "10" cuando atacan, pisando el área, buscando asociarse con los extremos, pero siempre libre. Básicamente, está libre por una razón: siempre corre al lado opuesto de la pelota. Parece increíble, pero por eso siempre está solo. Para defender, retrocede hasta ponerse detrás de la línea de la pelota. Una vez que en esa posición, se mueve según la trayectoria de la misma para estar cerca del compañero que la recupera y, si lo hace él, la entrega al que está más cerca. Parece fácil, pero en realidad él lo hace fácil. Cuando Chile quiso salir, se le pegó a Díaz y no lo dejó resolver con claridad.
En los extremos Gaitán y Di María comenzaron dándole mucha velocidad, abriendo mucho la cancha y, sobre todo, ayudando muchísimo a Mercado y Rojo, teniendo en cuenta que Chile es muy peligroso por las bandas. Di María se lució más por el gol y el pase gol. Isla casi nunca lo pudo controlar. El "Fideo", además, tuvo la capacidad para tirarse al medio y aparecer casi como invitado por el callejón del "10". Hizo diagonales y nos rompió el corazón a todos cuando al final del partido lloró al dedicarle el partido a su abuelita (los abuelitos siempre con diminutivo) recién fallecida.
Gaitán no será portada de ningún diario (es más me atrevería a decir que saldrá cuando Messi esté recuperado), pero vaya que sí fue importante. De las 15 pelotas que recuperó Argentina, él quitó tres. Parece poco, pero es la quinta parte y no olvidemos que es un extremo. Estrelló un remate al palo y fue vital para el equilibrio, algo le ha costado mucho encontrar al 'Tata'.
Higuaín fue el centro delantero. Si bien es cierto no reeditó lo hecho en Italia, su trabajo fue desgastar a los defensores, mantenerlos preocupados y en estado de alerta y, aunque no la toca, participa de los dos goles de su equipo estando siempre bien posicionado y mostrándose como opción de pase.
Al inicio quiso parecerse al Chile de Sampaoli, pero no le alcanzó. Tiene agresividad, pero el exceso de orden le juega en contra, además, individualmente Bravo, Arángüiz, Isla, Beausejour y Vargas están muy lejos del nivel que alcanzaron la Copa América pasada.
Bravo no fue garantía en portería, la lesión que lo sacó del tramo final de la Liga española le está pasando factura. Los dos goles fueron en "su" primer palo (aunque en el segundo hubo desvío).
Los cuatro del fondo son los mismos del mundial y de la Copa América pasada, siendo Isla el llamado a ser la salida; sin embargo, el buen partido de Di María lo anuló.
Marcelo Díaz fue el equilibrio en el periodo Sampaoli, era también el primer pase, el que recibía de los centrales o de Bravo para iniciar los ataques, pero la presión de Banega y el bajo nivel de Arángüiz nos hicieron dudar si de verdad era el jugador del Celta de Vigo.
Vidal, que jugó gratis desde el minuto 19, fue de lo mejorcito de Chile. Siempre intentó. De 16 balones que recuperó Chile, ocho las quitó Arturo, ejecutó el centro para el gol de Fuenzalida y su temperamento siempre contagia. Vargas y Beausejour quedaron en deuda y Sánchez se dedicó más a pelear que jugar. La única que tuvo la perdió solo frente a Romero.
Alexis Sánchez tenía todo para abrir el marcador, estaba solo frente a Romero y podía escoger cualquier palo. Le pegó fuerte, le quiso romper el arco, pero apareció Chiquito para que el arco de Argentina siga invicto ante Chile en Copa América desde 1959. Sí, ¡hace 57 años que Chile no le hace gol a los albicelestes en este torneo!
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